Los vecinos manifestaron, que debido a que las autoridades no se han hecho cargo de este espacio, los residentes proponen que el lugar sea utilizado por la Cantoría Maturín
Habitantes del sector Barrio Obrero, parroquia San Simón de Maturín, aseguran estar cansados por la inseguridad que ha generado el abandono del antiguo local Sarandonga, que anteriormente funcionaba como un restaurante y que ahora es guarida para los antisociales.
Los vecinos manifestaron, que debido a que las autoridades no se han hecho cargo de este espacio, los residentes proponen que el lugar sea utilizado por la Cantoría Maturín.
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José Apolinar Cantor, representante de la Cantoría Maturín, aseguró que en toda la ciudad hay edificaciones que están abandonadas y son usadas como guaridas para antisociales, por lo que le hace un llamado a las autoridades correspondientes a prestar atención y a hacerse cargo de esos espacios.
«Este local Sarandonga, fue destruido por los malandros y también por los indigentes, gracias a los vecinos de Barrio Obrero que nos tomaron en cuenta para darle un buen uso a este lugar que nos beneficie a todos», añadió Cantor, director de la agrupación.
Se conoció por los residentes de Barrio Obrero que después de la violación de una adolescente, cometida en estas instalaciones abandonadas, hubo más patrullaje en la zona además de que detuvieron a 10 sospechosos, por estos hechos irregulares en la comunidad.
«Hay una gran necesidad de recuperar estos espacios descuidados, pero falta la ayuda gubernamental para que tenga un fin positivo tanto como para las comunidades como para el pueblo de Maturín», resaltó.
130 personas conforman la Cantoría de Maturín desde jóvenes hasta adultos mayores. La Cantoría es una organización de protección cultural, artístico y música que tiene como objetivo prepara a los niños, jóvenes y adultos para que puedan ser grandes profesionales.
EO// Redacción Ninoska Cova