Investigaciones recientes apuntan a que se trata de un fenómeno que afecta a un 80% de estas mujeres embarazadas y que está relacionado con la contracción de materia gris en ciertas zonas del cerebro
¿Qué es el ‘baby brain’ en el embarazo?. Incluidas las regiones prefrontales y el hipocampo, claves para la memoria. Y aunque a lo largo de los años esto se ha visto como algo negativo o perjudicial, lo cierto es que podría ser todo lo contrario.
Reorganización del cerebro
Así lo sugiere un nuevo estudio titulado «Es hora de cambiar la etiqueta de Baby Brain», publicado por la revista JAMA.
La investigación -realizada por los académicos Bridget Callaghan, Clare McCormack y Jodi Pawluski- asegura que hasta ahora se han ignorado las enormes facultades que las mujeres ganan en este período de sus vidas.
A través de una prueba de memoria, utilizando estímulos asociados con bebés (algo que no se había hecho hasta el momento), los investigadores llegaron a conclusiones que desafían lo que hasta ahora se creía que sucedía en los cerebros de las futuras madres.
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«Descubrimos que las mujeres embarazadas muestran un fuerte impulso en el aprendizaje sobre elementos relacionados con el bebé, mientras que también tienen una memoria a largo plazo generalmente mejor que las mujeres que nunca han estado embarazadas», señala el informe.
Esto se explicaría porque, más que una contracción de materia gris, lo que sucede es que durante el embarazo el cerebro pasa por un «período extraordinario de reorganización», gracias a la «neuroplasticidad», que es la capacidad que tiene el cerebro para recuperarse, reestructurarse y adaptarse a nuevas situaciones.
En palabras simples, se trata de «reacomodar» la materia gris para responder a las necesidades propias de la maternidad.
«Es un refinamiento de los circuitos neuronales asociados con la maternidad; una adaptación en lugar de déficit», le explica a BBC Mundo Bridget Callaghan, una de las autoras de la investigación y doctora de la Universidad de California.
«Los cerebros de las madres cambian en su capacidad de respuesta a las señales de un bebé. Entonces, por ejemplo, el cerebro de una mamá es muy bueno para diferenciar el llanto de su propio bebé del de otro. Esto les permite cuidar mejor a sus bebés», agrega.
De acuerdo con el estudio, estos cambios -que pueden durar hasta 6 años tras el parto- no solo se ven en madres biológicas, sino también en padres que no son los biológicos.
«Vemos que hay cambios cerebrales independientemente de si la persona ha dado a luz o no (…) a medida que aprenden el conjunto de comportamientos necesarios para mantener viva a su descendencia», señala el estudio.
Bridget Callaghan explica que esto sugiere que hay algunos cambios cerebrales que son impulsados por hormonas y otros que parecen ser impulsados socialmente.
EO// Con información de: 800Noticias