Este llamado a la reflexión es para demostrar que los cambios siempre parten desde la iniciativa interna de la person
Maturín debe aprender a reciclar. Para poder separar correctamente los residuos que generamos y que posteriormente puedan recibir el tratamiento medioambiental más adecuado, es necesario conocer los colores del reciclaje, es decir, los colores de los contenedores en los que debemos depositar las diferentes fracciones que separamos.
Maturín cuenta con un sistema de recogida selectiva de residuos a partir de cuatro colores, estos están distribuidos en las plazas y otros sitios específicos donde transitan muchas personas, sin embargo, el ciudadano promedio no se dedica a usar correctamente estos contenedores, y lo que es peor a veces arrojan en la calle los desechos cuando el contenedor está a pocos metros de ellos.
En una encuesta realizada a varias personas que transitaban por el casco central de Maturín, se les preguntó si sabían cuáles eran los colores para cada tipo de desecho, increíblemente el 90% contestó mal, no solo en cuales eran los colores, también que significaba cada uno de ellos, el error más común era que el color verde correspondía a la casilla de orgánicos.
Monagas, como parte del país, funciona bajo la modalidad de reciclaje selectivo a partir de estos colores:
- Azul: Papeles y Cartón
- Amarrillo: Plástico y Metales
- Verde: Vidrios
- Naranja: Orgánico
Estos códigos son muy comunes en el resto de Latinoamérica, siendo así una lección que se aprende desde la escuela.
De esta forma desde pequeños se nos inculca llevar este estilo de vida en función de hacer eficiente y sostenible el reciclaje, en aporte a la basura que nosotros mismos generamos, entonces ¿Por qué no continuar con esos valores y ser mejores ciudadanos?
Si bien cada ciudad o país presenta problemas en diferentes áreas en las cuales los desechos sólidos son uno de los más comunes, no siempre esta problemática se le atribuye a una mala gestión de un gobierno o alcaldía, sino que también el problema parte de los individuos que conforman la sociedad, una prueba de ello es que si se ignora lo que significa cada contenedor al acercarse a ellos claramente cada uno dice de forma escrita que tipo de desecho debe arrojarse, pero esto no es suficiente ya que se puede comprobar que las personas arrojan la basura sin importar en que casilla lo hizo.
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Este llamado a la reflexión es para demostrar que los cambios siempre parten desde la iniciativa interna de la persona, cosa que actualmente acá en Maturín muy poco se ve, es por eso que orientar a la sociedad y a los más pequeños creará un sentido de pertenencia por la ciudad, ya que el cambio no lo hace, ni se espera de los gobernantes sino, desde el pueblo hacía su entorno.
EO//Redacción y Fotografía de: René Bravo