El equipo gerencial de una organización debe fomentar un ambiente de trabajo creativo con alta capacidad resolutiva de problemas, para lo cual debe entrenarse en la búsqueda del desarrollo de pensamiento lateral
Gerencia con pensamiento lateral


Gerencia con pensamiento lateral – El padre del concepto “pensamiento lateral” es Edward De Bono, médico, psicólogo y escritor maltés (1933-2021), estudioso del tema del pensamiento y la creatividad, quien acuñó el término en 1967, con la publicación de su libro “the use of lateral thinking”, y en contraposición lo diferenció del denominado pensamiento vertical o lineal, más frecuentemente usado en la solución de problemas en general, sobre todo en circunstancias predecibles, el cual a partir de la información disponible, sigue fórmulas convencionales, secuenciales y ordenadas en un análisis lógico, para concluir y desarrollar acciones que tienen mayor aceptación, por ser utilizado por la mayoría de las personas, pero que en algunas oportunidades, se transforma en una camisa de fuerza rígida que frena la creatividad necesaria para encontrar una respuesta adecuada. El pensamiento lateral a veces genera resistencia, por no ser entendido y aceptado, porque va contra esquemas tradicionales y rompe un pensamiento con una visión estrecha, pero que al ampliar el ángulo de enfoque, permite encontrar planteamientos y soluciones disruptivas que son más adecuadas y de esta forma aumenta la capacidad resolutiva de problemas.

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Se acepta que el pensamiento lateral es una habilidad que puede ser innata y/o adquirida, la cual es posible mejorar, aprender y desarrollar a través de educación, entrenamiento, práctica y la exposición a diferentes estímulos, que mediante procesos cerebrales complejos, la persona busca y consigue nuevas aproximaciones que cuestionan suposiciones, las cuales a veces se consideraban inmutables. Aunque el pensamiento lateral es generalmente innovador, no son sinónimos los términos lateral e innovador, ya que puede haber pensamientos verticales que produzcan propuestas innovadoras, así mismo tampoco son excluyentes, porque en el proceso gerencial, dependiendo de las circunstancias y situaciones, se pueden usar diferentes tipos de pensamiento, ya que lo importante es que la respuesta al problema sea la más indicada.

Ambos pensamientos requieren que previamente haya una observación y descripción de la situación, en el análisis también hay aspectos que coinciden, por ejemplo la evaluación de las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas, en ambas aproximaciones se debe realizar el estudio de riesgos, así como también los potenciales mejores y peores resultados. La diferencia fundamental está en la amplitud de visión, lo cual depende de la situación planteada, ya que en algunos casos es necesario seguir un pensamiento con un enfoque secuencial, ordenado y convencional, características propias del pensamiento vertical, pero en otros casos, cuando hay situaciones inéditas y complejas sin soluciones obvias o hechos muy específicos que no tienen referencias que permitan encontrar las respuestas adecuadas, entonces se deben buscar nuevas perspectivas y es indispensable, abordar la situación con un pensamiento lateral de visión amplia con conclusiones y acciones disruptivas. El reto para el equipo de gerencia es cuándo debe utilizar un tipo de pensamiento u otro.

El equipo gerencial de una organización debe fomentar un ambiente de trabajo creativo con alta capacidad resolutiva de problemas, para lo cual debe entrenarse en la búsqueda del desarrollo de pensamiento lateral, ya que es una herramienta innovadora y valiosa que puede ser muy útil no solo en la solución de conflictos, sino fundamentalmente en el mejoramiento permanente de la calidad del servicio brindado, con condiciones que faciliten la accesibilidad al mismo para lograr un usuario con el mayor grado de satisfacción.

EO//Nangelys Gamboa /// con información de: El Universal