Durante décadas, los aceites vegetales refinados han sido los reyes indiscutibles de nuestras cocinas, promocionados como la opción por excelencia

Consumir aceite vegetal no es tan saludable, según un estudio-. En un mundo inundado de opciones de nuevos platos y un sinfín de productos que buscan cuidar la salud, la alimentación es un campo en constante evolución, donde las tendencias y los estudios científicos invitan a reconsiderar lo que ponemos en nuestros platos.

Durante décadas, los aceites vegetales refinados han sido los reyes indiscutibles de nuestras cocinas, promocionados como la opción por excelencia. Sin embargo, hay una creciente tendencia que ha renovado el interés en tradiciones culinarias. Colocando sobre la mesa otras opciones más saludables como la manteca de cerdo, el aceite de coco o el de oliva.

Aceites vegetales refinados
La gente busca alternativas a los aceites vegetales refinados por varias razones, principalmente por su procesamiento y su perfil nutricional.

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Es crucial entender el camino de los aceites vegetales refinados, antes de llegar a nuestras mesas. Aceites como el de girasol, maíz, soja o canola son sometidos a procesos industriales intensivos para su refinación.

Este procesamiento incluye altas temperaturas y uso de solventes químicos como el hexano, para extraer el aceite de las semillas y el blanqueo y desodorización, para eliminar olores, colores y sabores indeseados.

Este paso puede eliminar nutrientes beneficiosos y potencialmente generar compuestos no deseados, como grasas trans o productos de oxidación si no se almacenan o usan correctamente.

Hay un interés creciente en opciones como el aceite de oliva extra virgen, la manteca de cerdo, el aceite de coco y el aceite de aguacate; que se perciben como opciones más naturales.

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Según la nutricionista, egresada de la UCV, Betzalee Monsalve “Las grasas que consumimos pasan a formar parte de nuestro organismo, para construir tejidos o formar hormonas y en caso de que dichas grasas no sean de calidad, esto tendrá efectos perjudiciales para nuestro metabolismo.

Por ello, es importante cocinar con grasas mínimamente procesadas que mantengan su composición natural”. Es por ello que recomienda el uso de los aceites extra vírgenes o prensados al frío, ya que conservan la mayoría de sus propiedades.

  • Rotar los diferentes tipos de grasas y aceites en la alimentación
  • Preferir cocciones donde se utilice una poca cantidad de grasa y preferir el uso de aceites de calidad en crudo, como el de oliva en las ensaladas.
  • Reducir el consumo de alimentos procesados ricos en aceites hidrogenados o trans.
  • Evitar reutilizar el aceite de fritura varias veces.
  • Al comprar productos procesados, evita aceites vegetales refinados

EO//Con información de: El Aragueño