Son esos lugares de Maturín los que se anclan en nuestra memoria para siempre, los que se quedan en el corazón, lo que añoramos de nuestra tierra, de nuestra linda ciudad

Algunos sitios que dejaron huellas en Maturín

Lugares de Maturín que se quedan en el corazón: Ecos de un ayer siempre presente. — Los lugares y espacios trascienden en el tiempo, permanecen custodiados en la memoria de quienes los han recorrido. En una ciudad pequeña como Maturín, donde coloquialmente decimos que “todos se conocen”, existen rincones que han marcado nuestras vidas, que viven por siempre, aunque físicamente ya no estén.

Es algo tan cotidiano como ir en autobús rumbo al centro y escuchar al colector preguntar: “¿Quién se queda en City Lamp?”. Es normal, todo el que es de Maturín sabe dónde “queda” la parada de City Lamp, aunque hace mucho tiempo la gran tienda de lámparas de la avenida Bicentenario cerró sus puertas para dar lugar a una farmacia. El nombre, sin embargo, persiste en nuestra ruta diaria.

Si no eres de Maturín y alguien te invita al Parque La Guaricha, pero como punto de referencia te dice: “Nos vemos en la esquina de Wendy”, con seguridad te perderás. La conocida cadena de comida rápida hace ya bastantes años que no está en la ciudad, pero la referencia de aquel lugar, sigue siendo para muchos el punto de encuentro.

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Son esos lugares los que se anclan en nuestra memoria para siempre, lo que añoramos de nuestra tierra, de nuestra linda ciudad. Son los viejos tiempos, los buenos momentos que pasamos recorriendo Génesis para comprar un champú o buscando la tela perfecta para un vestido en Tejidos Fernández. Lugares que, sin buscarlo, se volvieron emblemáticos y punto de referencia para cada maturinés.

Tejidos Fernandez

Aguardar en nuestros recuerdos las antiguas tiendas, los olores del pan recién horneado de una panadería que ya no existe, la música ambiental de aquel supermercado que hace rato cerró o cambió de rubro… Son esos instantes los que atesoramos con una dulce nostalgia. Y quienes están lejos de casa, seguramente entenderán a flor de piel lo que les escribo.

No cerremos la puerta a lo nuevo; evolucionemos con el comercio de nuestra ciudad en progreso, que busca salir adelante para brindar siempre a propios y visitantes lo mejor. Y es que en el corazón de oriente se consigue de todo. Y sí, lo bueno siempre será recordado.

EO // Redacción Marinés Rivas.