Venezuela cierra 2025 con stablecoins como el «engranaje silencioso» de su economía cotidiana

Al finalizar este 2025, el uso de criptomonedas estables (stablecoins) se ha consolidado no como una alternativa especulativa, sino como la infraestructura invisible que permite la fluidez de pagos y el resguardo de valor en el día a día del venezolano
Venezuela cierra 2025 con stablecoins como el «engranaje silencioso» de su economía cotidiana

Venezuela cierra 2025 con stablecoins como el «engranaje silencioso» de su economía cotidiana-.  Lo que comenzó hace unos años como una herramienta para expertos tecnológicos o ahorristas sofisticados, ha terminado por convertirse en el motor discreto de la economía venezolana. Al cierre de 2025, las stablecoins (monedas digitales ancladas al valor del dólar, como USDT o USDC) se han integrado plenamente en la dinámica comercial del país, funcionando como un «engranaje silencioso» que resuelve problemas de pago y liquidez.

Una solución a la falta de efectivo y cambio

A diferencia del pasado, donde la escasez de billetes de baja denominación en dólares físicos generaba fricciones en las compras diarias, la adopción masiva de billeteras digitales ha permitido que las transacciones sean exactas y fluidas. Desde el pago de servicios profesionales hasta la compra de víveres en comercios locales, las stablecoins operan como un puente eficiente.

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Según el análisis de cierre de año, este fenómeno se debe a tres factores clave:

  1. Inmediatez: La velocidad de las transferencias digitales frente a las limitaciones de la banca tradicional.
  2. Resguardo de valor: La capacidad de los ciudadanos para proteger sus ingresos de la fluctuación cambiaria de manera instantánea.
  3. Accesibilidad: La facilidad de uso a través de teléfonos móviles, lo que ha democratizado el acceso a una «cuenta en dólares digitales» sin necesidad de intermediarios bancarios internacionales.

El «engranaje» de la microeconomía

El reporte destaca que las stablecoins no solo sirven para grandes transacciones. Se han convertido en la herramienta predilecta para las remesas familiares y el pago de nóminas en el sector privado y freelance. Este ecosistema ha permitido que la economía venezolana mantenga un ritmo de intercambio que, de otro modo, se vería frenado por las barreras logísticas del efectivo o las restricciones financieras.

A pesar de no ser la moneda de curso legal, su presencia es omnipresente. Los comercios, desde grandes cadenas hasta emprendimientos familiares, han adaptado sus sistemas para aceptar estos activos, reconociendo que el consumidor venezolano valora, por encima de todo, la estabilidad y la facilidad de movimiento de sus fondos.

Hacia un 2026 digitalizado

El balance de 2025 deja claro que Venezuela es uno de los líderes regionales en el uso real y utilitario de las criptoestables. Este «engranaje silencioso» no solo ha sobrevivido a los cambios regulatorios, sino que se ha fortalecido, demostrando que la digitalización del dinero es, hoy por hoy, una pieza indispensable para la supervivencia y el crecimiento del mercado interno venezolano.

EO// Con información de: Finanzas Digital