Un reciente experimento llevado a cabo por la firma francesa JeuxVideo ha mostrado como los robots pueden llegar a tener actitudes propias de los humanos como la persuasión
Un Robot controlado por IA persuadió a otras máquinas de dejar de trabajar

Un Robot controlado por IA persuadió a otras máquinas de dejar de trabajar-. La inteligencia artificial continúa sorprendiendo al mundo con sus avances. En un entorno controlado, un robot controlado con IA logró convencer a otros robots de detener sus tareas y regresar a sus bases. En un estudio diseñado para evaluar el potencial de la IA para influir en otras máquinas, los investigadores descubrieron que el robot persuasor empleó algoritmos de procesamiento de lenguaje natural para comunicarse de manera efectiva con otros robots y lograr persuadirles.

La capacidad de la IA para interactuar de manera sofisticada tanto con humanos como con otras máquinas abre un abanico de posibilidades, pero también plantea interrogantes sobre los límites éticos de esta tecnología. Los expertos advierten sobre la necesidad de establecer protocolos de seguridad y marcos regulatorios que garanticen un desarrollo responsable de la IA.

Este experimento resalta la importancia de las famosas leyes de la robótica de Isaac Asimov, que establecen principios básicos para la interacción entre humanos y robots. Sin embargo, la realidad es que la IA evoluciona a un ritmo vertiginoso, superando con frecuencia las previsiones más optimistas.

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En un futuro cercano, podríamos ver robots con habilidades de persuasión, desempeñando roles cada vez más importantes en diversos ámbitos, desde la industria hasta el servicio al cliente. Sin embargo, es fundamental garantizar que estas máquinas estén programadas para actuar de manera ética y que no representen una amenaza para la seguridad o la privacidad de las personas.

La capacidad de la IA para influir en el comportamiento de otros agentes inteligentes plantea desafíos sin precedentes. Si bien este tipo de tecnología puede ser utilizada para mejorar la eficiencia y la productividad, también podría ser empleada con fines malintencionados. Por ello, es crucial que la comunidad científica, los gobiernos y las empresas trabajen de manera conjunta para desarrollar sistemas de IA seguros, confiables y éticos

EO//Con información de Fayerwayer