«Cada vehículo puede salvar una vida», rezaba el llamamiento
Turquía lucha contra un incendio forestal atizado por el calor y fuertes vientos – Los bomberos turcos luchan este martes por contener las llamas de un incendio forestal en el noroeste del país, que tras considerarse controlado, volvió a verse alimentado por fuertes vientos que lo expandieron hasta amenazar zonas pobladas.
Seis localidades tuvieron que ser evacuadas en las últimas horas debido al incendio que, declarado el pasado domingo en el distrito de Geyve, en la provincia noroccidental de Sakarya, se extendió por una amplia región hasta alcanzar el distrito de Osmaneli, en la vecina provincia de Bilecik, donde continuaba hoy ardiendo.
Por decisión de la Gobernación de Bilecik, los habitantes de seis aldeas trasladaron primero sus animales y luego sus pertenencias a zonas seguras.
Cerca de un centenar de ellos se unieron a las labores de extinción llevando tanques de agua enganchados a sus tractores.
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En anuncios emitidos por altavoces, el municipio de Osmaneli pidió la ayuda de los propietarios de tractores con tanques de agua y a los ciudadanos con vehículos de transporte de animales.
Sequía, temperaturas inusualmente elevadas, en torno a los 40 grados Celsius, y fuertes ráfagas de viento favorecen la propagación del fuego y dificultan las tareas de los equipos terrestres de bomberos que, apoyados desde el aire con 12 helicópteros y 6 aviones, intentan controlar las llamas.
El humo del incendio cubrió completamente el distrito de Osmaneli y esta mañana, impulsada por el viento, la densa humareda llegó hasta Eskisehir, a 230 kilómetros al oeste de Ankara, cubriendo con una capa de neblina esta ciudad de unos 800.000 habitantes, capital de la provincia homónima.
Turquía vive esta semana una fuerte canícula que azota amplias zonas del sureste europeo, con temperaturas de hasta 40 grados en la región del Mármara y hasta 43 grados en el sureste de Anatolia, según el servicio meteorológico del país (MGM).
EO// con información de: El Aragüeño