Que la importancia de sembrar arboles no se quede solo cuando íbamos a la escuela
«Todos quieren sombra, pero nadie quiere sembrar». Nos encontramos con una realidad existencial en la sociedad que merece nuestra atención y acción, la falta de espacios verdes y la creciente deforestación nos obliga a reflexionar sobre el impacto que esto tiene en nuestro entorno y en nuestras vidas.
Hay muchas plazas duras, pocos parques naturales, sumado a la tala y quema indiscriminada, hace que cada vez haya menos árboles, Maturín necesita más árboles, (Y no hablamos solo del centro), ellos son purificadores de aire, y regulan la temperatura, especialmente en un clima cálido como el nuestro.
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“Mi vecino tiene una camioneta, pero la estaciona frente a mi casa porque tengo una mata grande, verdaderamente, lleva como cinco años así, hubiese sembrado una en su frente y ya no estuviera en eso” palabras de: Domingo Astudillo, residente de la Candelaria.
Sembrar un árbol va más allá de plantar una semilla o colocar un pequeño plantón en la tierra. Es un acto de responsabilidad y consciencia ambiental que nos conecta con nuestro entorno y nos invita a ser partícipes activos en la construcción de un ambiente más saludable y sostenible para las futuras generaciones.
Por tanto, es crucial fomentar la siembra de árboles como una acción colectiva que beneficia tanto al medio ambiente como a nuestra comunidad.
¡Recordemos que cada árbol plantado es un paso hacia un futuro más verde y próspero para nuestra ciudad!
EO//Readacción: René Bravo.