Emprendedores como Reiberth Torres y su esposo, Luis Berbesi, demuestran que la perseverancia y la disciplina son fundamentales en toda idea de negocio
Todo emprendedor debe luchar contra sus propias limitaciones – En el mini centró comercial ubicado en los alrededores de la plaza Rómulo Gallegos se puede ubicar un local denominado Mini Mall Maturín.
Se trata de uno de los tantos emprendimientos que han surgido en la capital monaguense, en una era en la que las nuevas generaciones han roto con los esquemas económicos tradicionales. Su tienda virtual se puede ubicar como @minimallmaturín en Instagram y Facebook.
Visitamos la tienda física, propiedad de los emprendedores Reiberth Torres y su esposo, Luis Berbesi.
Este emprendimiento tiene 4 años, pero en los últimos dos logró oficializarse en virtud de los esfuerzos de Torres y Berbesi, pero también en el marco de las políticas de acompañamiento que desarrolla la Alcaldía a través del Instituto de Crédito y Emprendimiento de Maturín (Incremat).
En el local que han ido ampliando, los clientes pueden encontrar una tienda moderna con mercancía textil de producción nacional e importada.
Luis Berbesi nos explica que la ropa de fabricación nacional va enfocada en las fechas especiales.
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«Esto fue una colección que sacamos para el Día de la Enfermera», señala mientras muestra una franela muy llamativa.
«También hacemos colecciones por el Día de las Madres, Día del Padre, graduaciones, entre otros», agrega.
Le preguntamos si considera que hay circunstancias actuales que incrementen las ventas de los emprendedores y nos responde que sí, argumentando que «con el tema de las graduaciones nos fue bastante bien, las promociones escolares son siempre una oportunidad para elevar las ventas», explica.
Quisimos conocer un poco sobre el tema de los precios y cómo una pareja de emprendedores maneja la fuerte competencia que hay con comercios grandes y consolidados. Esto nos respondió:
«El precio nosotros lo tenemos muy accesible, 2.5 dólares una franela, inclusive cuando me compran después de 50 piezas, el precio baja a 2 dólares cada franela o su respectivo cambio en bolívares».
«Hay otros lugares donde te pueden cobrar 15 dólares por una franela, claro, son otro tipo de trabajo, más complejo, con otra maquinaria, pero uno ofrece una opción que es bonita, es llamativa y es económica», detalla mientras sostiene una franela blanca que a simple vista se ve de muy buena calidad y con una imagen lograda con la técnica de la sublimación textil.
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Y es que MiniMall adquiere la tela de primera en establecimientos textiles ubicados en Maturín, posteriormente, en talleres ubicados en Caracas, solicitan los cortes y la confección.
Todas estas actividades, señala Berbesi, le otorgan un mayor dinamismo a la economía del municipio y del país. «Es evidente que hay un crecimiento y el registro de nuevas empresas es una prueba. Nadie registra una empresa si no le está viendo el queso a la tostada».
Finalmente, le pedimos que nos relatara, basado en su experiencia, cuáles son las características que debe tener todo emprendedor si desea mantener a flote su idea.
«Lo principal es cultivar la resistencia y prepararse para eso. La perseverancia todos los días, abrir todos los días, a veces te da sueño, pero hay que seguir. Yo trabajo de lunes a lunes, los domingos también, un domingo que no quieres ir, pero entonces te quedas en la casa y piensas, si no voy, dejo de vender y tengo que cumplir compromisos esta semana, entonces, más que todo, la resistencia, uno forma un hábito. Eso es, más que todo, tener un emprendimiento.
EO// Prensa Alcaldía de Maturín