Nature Metabolism ha elaborado una nueva clasificación de la obesidad que la divide en dos categorías en función de sus características fenotípicas.
Tipos de obesidad y sus riesgos para la salud. No todas las personas con obesidad tienen las mismas características ni los mismos riesgos para su salud. En principio esto podría parecer obvio, pero lo cierto es que hasta ahora la corriente mayoritaria en medicina se ha basado únicamente en el índice de masa corporal (IMC) para diagnosticar la obesidad, con lo que se han venido ignorando una serie de características importantes.
Dos tipos de obesidad
Un estudio elaborado por un equipo internacional de científicos y publicado en la prestigiosa revista académica Nature Metabolism ha elaborado una nueva clasificación de la obesidad que la divide en dos categorías en función de sus características fenotípicas, identificando las consecuencias que cada una de ellas tiene sobre la salud.
La diferencia entre ellas es esencialmente metabólica. De hecho, el trabajo identifica cuatro subtipos metabólicos que influyen en la masa corporal, dos de ellos más propensos a la delgadez y dos más propensos a la obesidad, pero con rasgos fisiológicos y moleculares diferentes.
Lo más interesante de esta clasificación, efectuada a partir de datos de hermanos gemelos extraídos del proyecto TwinsUK, llega con la comprobación de la misma realizada en modelos de ratón. Y es que enmarcarse en uno u otro subtipo metabólico no parece ser consecuencia de la dieta, el ambiente o la herencia genética.
El más grave se activa por azar epigenético
Existe la idea muy extendida, no sólo entre los legos sino también entre los propios científicos, de que las características de un organismo (o al menos la inmensa mayoría de ellas) están fundamentalmente determinadas bien por su código genético o bien por diversos factores ambientales.
En los últimos años, no obstante, ha ido apareciendo cada vez más evidencia de que esto no es del todo así. De hecho, y tal y como apuntan los autores del artículo, algunos estudios llevados a cabo sobre gemelos idénticos parecen apuntar a que hasta un 50% de la variación en rasgos complejos no es atribuible a estas fuentes, lo que se conoce como variación fenotípica no explicada (UPV por sus siglas en inglés). Y este sería el caso de los subtipos metabólicos a los que se refieren los investigadores.
Una de las explicaciones más populares es que estas variaciones vendrían mediadas por la epigenética, que es el conjunto de procesos muy complejos que determinan el modo en el que los genes se expresan (por decirlo de alguna forma, el modo en el que la información que contienen se materializa). Siguiendo esta explicación, algunos subtipos se activarían, al menos aparentemente, por azar.
Mayores niveles de inflamación y mayor riesgo de cáncer
En cualquier caso, estos dos tipos de obesidad tienen una diferencia fundamental. Uno de ellos se caracteriza por un exceso de tejido graso, mientras que otro por aumentos tanto en la masa grasa como en la magra. Y, en contra de lo que se podría imaginar, es el segundo el que se asocia a un mayor riesgo de padecer otras enfermedades, y es uno de los subtipos que se activaría epigenéticamente por azar.
Esto sucede porque el segundo de los subtipos se asocia con una mayor inflamación, que cuando se cronifica tiene una larga serie de efectos negativos en el organismo bien documentados. Por ejemplo, este patrón de obesidad se relaciona con un mayor riesgo de padecer cáncer.
Sea como sea, los autores del trabajo esperan que estos descubrimientos tengan aplicación de cara a la prescripción de tratamientos más adecuados y eficaces teniendo en cuenta las características propias de cada paciente.