«Estamos cerrando las trochas». Con esta frase, la comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Sandra Mora, marcó este sábado 3 de febrero el inicio del control de los 64 pasos irregulares
Sorprenden a migrantes por las trochas sin documentos «Estamos cerrando las trochas». Con esta frase, la comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Sandra Mora, marcó este sábado 3 de febrero el inicio del control de los 64 pasos irregulares que conectan a Norte de Santander con el Táchira, con un despliegue de funcionarios que contó con el espaldarazo del Ejército.
El cielo nublado y los amagues de lluvia evidenciaban que el camino se hallaba algo enlodado. No fue impedimento. La primera trocha en ser interceptada fue Los Mangos, que une a La Parada, en Villa del Rosario, con San Antonio del Táchira, en el municipio Bolívar. Allí, fueron abordados varios grupos de migrantes venezolanos.
«Me cobraron 20 dólares para pasar por la trocha», soltó Carlos Malavé, migrante venezolano de 19 años, interrogado por la Policía de Colombia al ser sorprendido cruzando Los Mangos. «¿Quién le cobró?», preguntó una funcionaria. «La gente que está allí», señaló el joven en dirección a Venezuela.
Malavé iba con otro grupo de adultos. Todos estaban migrando, pero sin sus papeles en regla. «Vengo del oriente de Venezuela, no tengo pasaporte», subrayó con el nudo en la garganta, ya que no quería ser devuelto a su país por evadir los controles migratorios, una práctica bastante común en este éxodo protagonizado por la población venezolana.
«Vamos a empezar a bloquear los caminos irregulares. Ustedes están ingresando a nuestro territorio de forma ilegal, razón por la que vamos a empezar un procedimiento. Aquí somos respetuosos de los derechos humanos, pero también los invitamos a que pasen las fronteras legalmente, y no se dejen explotar, manipular y hay que trabajar con la legalidad», fue el mensaje que le dio al grupo de indocumentados la comandante.
Previo a este caso, otro grupo familiar, con menores incluidos, fue abordado por la Policía de Colombia. «No tenemos el permiso de los niños y mi hermano no tiene la cédula laminada», contestaba la ciudadana venezolana para argumentar su paso por los caminos verdes. «A mí me cobraron 10 dólares», prosiguió con la mirada fija en el grupo de uniformados que formulaba las preguntas.
En todo momento, el trato de la Policía y el Ejército fue bastante humano para con los migrantes. Siempre en el marco del respeto de los derechos humanos. «La gente está pasando ilegalmente y precisamente es lo que permite que, detrás de esa ilegalidad, vengan las estructuras criminales», enfatizó la coronel Mora, alarmada por los testimonios de migrantes que aseguraban pagar de 10 a 20 dólares.
«Las trochas son un verdadero desafío para los adultos y niños venezolanos que las cruzan», remarcó la comandante mientras dejaba por sentado que le va cerrar las trochas a la economía ilegal y a un «trato indigno a los seres humanos. El valor de la vida es nuestro principal compromiso». Estimó que entre Norte de Santander y Táchira hay 64 pasos ilegales.
EO// Nangelys Gamboa /// con información de: 800 Noticias