Los Piland se negaron a buscar ayuda profesional, argumentando que “Dios la salvaría” y que Abigail estaba bien.

Sentenciados por dejar morir a su bebé asegurando que Dios la salvaría

Sentenciados por dejar morir a su bebé asegurando que Dios la salvaría. — En Michigan, una pareja identificada como Joshua y Rachel Piland, han sido sentenciadas a un mínimo de 20 y un máximo de 45 años de prisión por la muerte de su hija recién nacida, Abigail. Un jurado los declaró culpables de asesinato en segundo grado y abuso infantil en primer grado.

Abigail, de solo tres días de vida, falleció debido a un alto nivel de bilirrubina en su cerebro, una condición comúnmente conocida como ictericia grave, que es tratable médicamente.

Hechos perturbadores

Rachel Piland dio a luz a Abigail en su casa. Poco después del nacimiento, la partera que la asistió les informó que la niña presentaba ictericia, indicando la necesidad de atención médica. Sin embargo, los Piland se negaron a buscar ayuda profesional, argumentando que “Dios no comete errores” y que Abigail estaba bien.

Al día siguiente, Abigail falleció. En lugar de contactar a las autoridades, Joshua y Rachel Piland llamaron a unos amigos para que se unieran a ellos en oración por la “resurrección” de la bebé.

No fue sino hasta esa misma noche, cuando el hermano de Rachel se enteró del fallecimiento de su sobrina, que se comunicó con las autoridades. La oficial de policía de Lansing, Stacey Browe, declaró que, al llegar a la casa de los Piland, más de nueve horas después de la muerte de Abigail, la pareja y sus amigos seguían orando por la niña.

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Durante su primera entrevista con la policía, Joshua Piland defendió su decisión, afirmando que creía en la sanación divina y que “si tuviera que elegir entre poner a mi hija en manos de hombres con las más altas habilidades del mundo, pondría la vida de mi hija en manos de mi Señor Salvador Jesucristo”.

La pareja también manifestó a los Servicios de Protección Infantil que eligieron “creer en la palabra de Dios por sobre los síntomas” y que cualquier condición médica que no pudiera ser controlada con primeros auxilios básicos se dejaba en manos de Dios.

Tras su detención y el desarrollo del caso, los Piland perdieron la custodia de sus otros dos hijos mayores.

EO // Con información recopilada en la web.