Afirmó el estudiante Jesús Castillo, esto pese a que la casa de estudios superiores cuenta con un equipo de seguridad policial
Sede de la Upel Maturín registró más de 500 robos en 2022

Sede de la Upel Maturín registró más de 500 robos en 2022. Pese a contar con un equipo de seguridad policial puesto por gobierno del estado Monagas, la sede de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), en Maturín, no se ha salvado de ser víctima de la delincuencia.

Según detalló el estudiante Jesús Castillo, la casa de estudios que prepara a los profesionales de la docencia ha sido asaltada por los maleantes en más de 500 ocasiones durante este año año 2022. “Es grave la situación en la que se encuentra la planta física de nuestra universidad, está completamente deteriorada”, agregó.

En ese sentido, indicó que los hampones “hicieron de la suya”, al hurtar equipos y materiales de las diversas áreas como el auditorio central, los baños y los 58 salones de clases “han sido afectados por la ola delincuencial que todavía azota a este importante centro de estudios superiores”.

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Castillo mencionó que la ola de robos afectó a más de los mil 500 estudiantes que le dan vida a la institución universitaria, pues los mismos, se han visto en la obligación de ver clases “debajo de las matas” o “en la entrada de la universidad”. No obstante, el estudiante universitario señaló que hay quienes logran ver clases en algunas aulas que por autogestión lograr recuperar.

Mencionó que aparte del deterioro en las distintas áreas, la institución lleva tiempo sin contar con los servicios de electricidad y agua. Lamentó que el Estado solo ha ofrecido “pañitos de agua tibia”, e ignorado el “problema de fondo que tiene la UPEL, no ha sido atendido”. “Se han hecho algunos contactos con las autoridades y con lo único que han respondido ha sido con cuadrillas de limpieza”, dijo.

Detalló que los delincuentes que se fueron robando los equipos de la universidad, ahora han optado por “llevarse las puertas y cualquier objeto de hierro que les sirva como chatarra. Es decir, la universidad se convirtió en un depósito de chatarra que los maleantes buscan”.

Redacción: José Alexander Piñango// El Oriental de Monagas