Conoce los trucos y técnicas para rectificar la sal en tus preparaciones. Son más simples de lo que crees

Se te pasó la mano: Aprende a rescatar la comida salada-. ¿A quién no le ha pasado? Estás cocinando con la mejor intención, pruebas tu platillo y ¡zas! Un exceso de sal parece haber arruinado todo. No te preocupes, no todo está perdido. Te compartimos algunos trucos y técnicas, como los que comparte @titoprosper.escueladecocina.
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¿Cómo neutralizar el exceso de sal?
Lo primero que debes saber es que el tipo de alimento y el momento de la preparación son clave. No es lo mismo una sopa que una ensalada. Pero no te estreses, hay métodos que funcionan para casi todo, te los explicamos a continuación.
Durante la cocción
- Diluye: Esta es la técnica más común y efectiva. Si tienes una sopa, un guiso o una salsa, agrega un poco más de líquido sin sal, como agua o caldo sin sodio. Esto reducirá la concentración de sal en todo el plato.
- Añade productos lácteos: Un chorrito de crema, leche, yogur o crema agria puede hacer maravillas en sopas, guisos y salsas. La grasa y acidez de los lácteos ayudan a neutralizar el sabor salado y aportan una textura cremosa.
- Incorpora más ingredientes: Si puedes, agrega más cantidad de los ingredientes originales sin sal, como vegetales, carnes o legumbres. Así, el exceso de sal se repartirá entre una mayor cantidad de comida.
- La magia de la papa: Este es un truco clásico. Corta unas rodajas de papa cruda y agrégalas a la olla. El almidón de la papa absorberá parte de la sal. Solo recuerda retirarlas antes de servir.
Después de cocinado
- Usa almidones: ¿Sabías que los almidones son grandes aliados? La papa, la pasta o el arroz, ya sea directamente en el plato o como guarnición, pueden absorber el exceso de sal y equilibrar el sabor.
- Azúcares y ácidos: Aunque parezca contradictorio, un toque de azúcar, miel, vinagre o jugo de limón puede contrarrestar la sal. Los ácidos y los azúcares ayudan a balancear los sabores. Eso sí, úsalos con precaución para no alterar demasiado el sabor original.
Técnicas según el tipo de plato
- En sopas y guisos: Las opciones de diluir, agregar lácteos o almidones son tus mejores amigas.
- En carnes: Si la carne te quedó salada, la solución está en la guarnición. Acompaña con puré de papas sin sal, arroz o vegetales. También puedes preparar una salsa baja en sodio para complementar.
- En ensaladas: Si el aderezo quedó muy salado, no te compliques: prepara otro aderezo sin sal y agrega más hojas verdes o vegetales frescos.
Mejor prevenir que lamentar
Para evitar estos apuros, el mejor consejo es agregar la sal de a poco y ajustar a lo largo del proceso. Igual con cualquier especia que tienda a «salar» la comida. Es mucho más fácil añadir un poco más que corregir un exceso. Y no olvides: en la cocina, la organización es clave.
EO// Información de: 2001