¿Has notado cómo un simple ‘buenos días’ puede cambiar el ánimo de alguien? Saludar es un acto de cortesía, educación y respeto

Saludar es un acto de cortesía, educación y respeto. — Al saludar, no solo demostramos respeto hacia los demás, sino que también nos sentimos más conectados y valorados. Un saludo, es mucho más que una formalidad; es un puente que conecta a las personas, un gesto que transmite calidez y respeto.

Imaginemos un mundo donde cada encuentro sea una oportunidad para sembrar una sonrisa y fortalecer los lazos comunitarios. ¿No sería maravilloso vivir en un lugar donde la amabilidad y la cortesía sean la norma? Pues ese mágico mundo está en ti, y podría empezar a ser visto si desde hoy muestras tu mejor sonrisa al vecino, al chofer del autobús, a la señora que vende en la bodega y a todo aquel que encuentres a tu paso.

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Aunque forma parte de las normas de convivencia básica, sorprende la indiferencia, que en muchas ocasiones se percibe, por la falta de respuesta. Es importante hacerlo de manera correcta y cortés, de acuerdo al lugar y a las circunstancias.

Se trata de un hábito que se forma desde niños, que se puede mejorar a diario poniéndolo en práctica, así estaríamos contribuyendo con una mejor sociedad.

No perdemos nada al saludar, al ser cortés y educados, al contrario, si somos fríos y distantes, demostramos que somos personas carentes de empatía. No te cuesta nada dar los “buenos días”, sonríe a las personas que van por la calle, tal vez ese simple acto le mejore el estado de ánimo a quien lo recibe.

Ser educado no solo se trata de cortesía con las demás personas. También nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos y generar un buen clima a nuestro alrededor.
Además, los buenos modales ¡son gratis! Así que no hay excusas para empezar a mostrar la mejor versión de ti mismo.

EO // Marinés Rivas