Los lanzamientos se efectuarán en mayo de 2024, según las programaciones, y su trabajo durará, como mínimo, 10 meses. 

La NASA colabora con varias empresas aeroespaciales privadas para el desarrollo de tecnología para sus misiones. La más conocida posiblemente es SpaceX de la que usan su cohete Falcon 9 y pretenden emplear también el futuro Starship (para el proyecto Artemis), pero hay otras marcas, como Blue Origin o Rocket Lab. Esta última es conocida por ser sus cohetes Electron, capaces de poner en órbita heliosíncrona (a 500 km de altura) una carga útil de hasta 150 kg.

Como parte de su acuerdo con la NASA, Rocket Lab ha anunciado recientemente el lanzamiento de dos satélites pequeños CubeSats a órbitas casi polares, cuyo objetivo será recopilar datos para entender mejor el calentamiento global. Mediante los resultados que obtengan, los científicos podrán predecir mejor cómo esto afectará a las plataformas de hielo que se encuentran en los polos de la Tierra.

La puesta en órbita de los satélites recibe el nombre de misión PREFIRE (Polar Radiant Energy in the Far-InfraRed Experiment). Una vez estén dando vueltas a nuestro planeta, los satélites captarán datos como la cantidad de energía infrarroja lejana que emiten los polos o cómo cambian dichas emisiones a lo largo del día y anualmente.

Los lanzamientos se efectuarán en mayo de 2024, según las programaciones, y su trabajo durará, como mínimo, 10 meses. Los Electron alzarán el vuelo desde una plataforma de despegue situada en la península de Mahia (Nueva Zelanda) y, de ahí, llevarán a los CubeSats a una órbita casi polar.

EO// Redacción: Durfelix Rivas