Utiliza el ADN como un sistema de programación molecular

Robots de ADN en forma de “flor” permiten liberar medicamentos – Un avance sorprendente en el mundo de los materiales inteligentes podría revolucionar la medicina, la tecnología y el cuidado del medio ambiente. Un grupo de científicos de la University of North Carolina at Chapel Hill logró crear robots microscópicos con forma de flor capaces de modificar su estructura y función en tiempo real cuando detectan estímulos del entorno.
Estas diminutas “flores robóticas”, hechas de cristales que combinan ADN y materiales inorgánicos, pueden plegarse o desplegarse en segundos, lo que las convierte en materiales dinámicos con una capacidad de adaptación sin precedentes.
La innovación, que fue publicada en la revista Nature Nanotechnology y liderada por Ronit Freeman y su equipo, utiliza el ADN como un sistema de programación molecular. Es decir, cada robot integra instrucciones en su secuencia de ADN que lo hacen sensible a cambios en el medio, como la acidez (pH).
Así, al percibir un entorno más ácido, como el que rodea a un tumor, los pétalos de la flor se cierran, permitiendo liberar medicamentos o tomar muestras, y al normalizarse el ambiente, los pétalos vuelven a abrirse y el robot queda listo para actuar de nuevo. Esta respuesta reversible se logra gracias a la organización del ADN dentro de los cristales, lo que permite movimientos precisos y controlados.
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Las aplicaciones en medicina personalizada son prometedoras. Según la Dra. Freeman, sería posible crear cápsulas microscópicas que, al detectar señales de enfermedad, liberen medicamentos exactamente donde y cuando el cuerpo lo necesita y se detengan cuando la terapia ya no es necesaria. Estas “flores” podrían ingerirse o implantarse y funcionar como microdispositivos para liberar fármacos, realizar biopsias poco invasivas o incluso disolver coágulos sanguíneos de forma localizada, reduciendo riesgos y efectos secundarios para el paciente.
La clave está en que estos robots solo se activan ante determinadas condiciones ambientales, como cambios en el pH alrededor de un tumor. Una vez realizada la función terapéutica —por ejemplo, liberar un medicamento—, regresan a su estado inicial y quedan disponibles para nuevas intervenciones si fuera necesario.
El potencial no se limita a la medicina. El equipo proyecta usar estas flores microscópicas para limpiar ambientes contaminados, liberando sustancias descontaminantes en el agua y luego desapareciendo sin dejar residuos nocivos.
EO// con información de: El Aragüeño
