En el mundo en el que existimos es inevitable la disparidad de opiniones “Respeto, pero no comparto” es una frase común que denota aceptación sin tanto compromiso
“Respeto, pero no comparto” Coexistir en una sociedad con opiniones distintas. — En el mundo en el que existimos es inevitable la disparidad de opiniones, en particular me suelo sentir “rara” por no coincidir con la mayoría de intereses, preferencias o gustos de personas de mi edad, he llegado a pensar “es sencillamente ridículo que a una persona pueda gustarle esto”.
Los niños, por ejemplo, suelen ser más imprudentes y sin filtro a la hora de expresar sus ideas, de modo que podrían anunciar lo que piensan sin importar si son intolerantes o insensibles.
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Si quieres que la gente respete tus gustos, deberías empezar respetando los gustos de los demás.
De manera que es absurdo cerrarse no aceptar un mundo diverso, lleno de diferentes colores, formas, percepciones, culturas e ideas, somos un pequeño pez en el inmenso y vasto océano, no estamos solos, ni somos los únicos, ni los más valiosos, no vamos a recibir un trato preferencial por simplemente “existir”.
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Es pensar que debo dar para obtener, sembrar para cosechar, no puedo excluir a otros o menospreciar a los demás simplemente porque sus palabras, vestimenta, raza, inclinaciones del tipo político, sexual o religioso, “no van conmigo, no son semejantes, son diferentes”, es como dar una indirecta orden al universo para que todas las cosas se adapten a mí, sin nunca ponerme por empatía en los zapatos de otros.
Podemos tener toda una lista de cosas que nos desagradan, no apoyamos o estamos en desacuerdo, pero creer que la gente siempre estará en sincronía con tu opinión, va en contra de vivir como un ciudadano que sabe y entiende el verdadero significado de la tolerancia.
Fomentemos un ambiente armonioso, seamos tolerantes y respetuosos, entendiendo y aceptando que todos somos diferentes.
EO // Redacción Bárbara León