Es un estado tan volátil y especial que, sin duda, es la meta más importante en la vida de una persona y la motivación para cada uno de sus pasos. Este estado no es otro que la felicidad
Qué pasa en el cerebro cuando somos felices

Qué pasa en el cerebro cuando somos felices – Según la psicóloga Sonja Lyubomirsky, investigadora de la Universidad de Harvard y doctorada en la de Stanford, se tiende a buscar la felicidad en lugares equivocados, ya que lo que se cree que supondrá realmente una gran diferencia, en realidad no lo es, y se pasan por alto las verdaderas fuentes del bienestar.

En su libro: “La ciencia de la felicidad, un método probado para conseguir el bienestar”, la investigadora planteó que esta no se relaciona con un golpe de suerte, ni con la acumulación de bienes materiales. Según las investigaciones, solo un 10% de la felicidad se relaciona con eventos externos. Del porcentaje restante, un 50% estaría dado por las condiciones genéticas y el 40% depende de las actividades que podamos realizar de forma intencionada, es decir, la felicidad está en nuestras manos.

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La doctora González Alemán, neurocientífica, directora del departamento de Psicología de la Universidad Católica Argentina (UCA) y fundadora de Brainpoints (MN 33343), explicó a Infobae: “Según la ciencia, encontramos la dicha en nuestros vínculos, en la vida familiar, los amigos, los afectos o un propósito genuino. Tuvo que pasar el tiempo para que la comunidad científica se preguntara por la relación entre la felicidad y el dinero haciendo un planteo inverso: ¿ser feliz nos puede ayudar a ganar más? Esto no es del todo claro, pero lo que sí sabemos, es que ser feliz incrementa nuestra productividad”.

Estar al aire libre, el juego y la risa incrementan las hormonas de la felicidad (Imagen ilustrativa Infobae)

Y agregó: “Las personas felices son más exitosas en distintas áreas de su vida. Quien se siente feliz tiene una mejor vida de pareja, tiene más amigos, mejor salud y es más productivo en su trabajo. La relación entre ser feliz y producir es siempre simétrica”.

Pero ¿cómo se alcanza ese estado de felicidad?

“Para ser feliz basta con estar entrenado en navegar por los circuitos hedonistas que ofrece el cerebro”, explicó González Alemán. “Estos circuitos están formados por neuronas que liberan hormonas como la dopamina, la serotonina y la endorfina. Suelen estar involucradas en una variedad de procesos, pero gran parte de su actividad consiste en generar placer, bienestar y alegría”, señaló.

Por su parte, la doctora Laura Maffei, (MN 62441), endocrinóloga, especialista en estrés, expresó a Infobae en una nota reciente: “Durante los últimos años, se ha hablado mucho sobre el ‘Cuarteto de la Felicidad’, un conjunto de hormonas importantes en nuestro estado de ánimo: la serotonina, dopamina, oxitocina y endorfinas. Este término se ha popularizado debido a la influencia positiva que tienen en nuestro bienestar emocional. Cada una de ellas desempeña un papel importante y, en conjunto, contribuyen a generar una sensación de felicidad y bienestar. Estas hormonas son neurotransmisores que se producen en diferentes partes del cuerpo y tienen efectos específicos en el cerebro”. Es que la actividad física, bailar y los vínculos afectivos son algunas de las actividades que producen este efecto de bienestar.

La liberación de dopamina en el cerebro se asocia con la sensación de logro, recompensa y felicidad (Imagen ilustrativa Infobae)

González Alemán explicó los efectos de las distintas hormonas que hacen sentir felicidad:

  • Dopamina: entra en juego frente a todo lo que nos gusta y nos da placer. “Si nos sonríen, nos hacen un regalo, nos ascienden o comemos algo rico, la transmisión de dopamina se encargará de hacerle saber a la mente que esa experiencia fue placentera. Nos va a ayudar a recordar qué motivó la sensación de placer para que podamos repetirla siempre que sea posible”, dijo.

Y agregó: “Cada logro que alcanzamos aumenta la liberación de dopamina. No importa la magnitud, el cerebro los festeja activando el circuito dopaminérgico de recompensa. La sola idea de obtener un logro es suficiente para activar la liberación de dopamina y llenarnos de motivación”.

Las personas felices son más exitosas en distintas áreas de su vida (Foto: Pixabay)

De acuerdo a la doctora Maffei, “la dopamina está relacionada con la motivación, el placer, la atención y la satisfacción. La liberación de dopamina en el cerebro se asocia con la sensación de logro, recompensa y felicidad”.

  • Endorfinas: también se relacionan con sentimientos de felicidad. “Son opioides producidos por el cerebro. Ocasionan sensaciones de alegría y muchas veces, generan euforia. Son conocidas por el placer que producen después del ejercicio físico, pero pocos saben que son un analgésico natural. Intervienen en la respuesta sexual produciendo seguridad, confianza y euforia, pero pueden generar obsesiones y sentimientos de ansiedad cuando se trata del amor”, señaló la doctora González Alemán, y dijo que trabajar en equipo, o salir a bailar son actividades que aumentan las endorfinas, justamente, porque incrementan la unión social.

Tanto la dopamina como las endorfinas producen estados placenteros intensos pero son momentáneos. No así la serotonina.

  • Serotonina: genera un bienestar que es duradero en el tiempo, detalló González Alemán: “Produce estados de armonía, tranquilidad y bienestar y aumenta sus niveles cuando estamos en contacto con la naturaleza y el verde de las plantas. Como está involucrada en la regulación del sueño, se incrementa con la exposición al sol o a la luz natural”.

Estar en familia, hacer ejercicio, escuchar música, bailar, pintar, cantar o meditar son excelentes formas de incrementar la producción y la liberación de estas hormonas de la felicidad (iStock)

En situaciones de pareja, es la hormona responsable por la felicidad que se siente ante la presencia del otro. Pero como cualquier sustancia, produce acostumbramiento en el cerebro, indicó la neurocientífica. “Eso hace que necesitemos incrementar los niveles de serotonina si queremos mantenerla. Para lograrlo basta con actividades simples como recordar momentos felices, mirar fotos, salir con amigos o compartir buenas noticias”.

  • Oxitocina o la “hormona del amor”: “Está involucrada en el reconocimiento y establecimiento de relaciones sociales y en la formación de relaciones de confianza, empatía y generosidad”, dijo Maffei. Se libera durante el contacto físico, como son los abrazos y los besos, agregó la doctora.
  • Anandamida: el doctor Alejandro Andersson, neurólogo y director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA), describió a Infobae en una nota reciente que esta hormona podría agregarse al cuarteto de la felicidad. La anandamida “es un neurotransmisor que pertenece a la familia de los endocannabinoides. Está relacionada con la regulación del estado de ánimo, la memoria, el apetito y la sensación de bienestar. Se cree que la anandamida desempeña un papel en la promoción de sentimientos de felicidad, relajación y euforia”, explicó el neurólogo y agregó: “Es una sustancia química producida naturalmente por el cuerpo que se une a los mismos receptores que los compuestos activos encontrados en la planta de cannabis”.

La exposición regular a la luz solar, el ejercicio físico y la práctica de técnicas de relajación, como la meditación, pueden ayudar a regular los niveles de serotonina, una hormona del bienestar (Imagen ilustrativa Infobae)

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