Muchos ante la muerte y uso del tiempo, retomaron actividades pospuestas, como las
madres y padres valoran el cuido
Procrastinare, palabra latina, procrastinar: pro es prefijo ‘‘hacia’’ y el adverbio cras es
‘’mañana’’ es el día siguiente a hoy, entonces significa: dejar de hacer la tarea importante en
sustitución de otra satisfactoria. Esa postergación de las responsabilidades está asociado a
eventos de frustración, ansiedad, tedio (ejemplos de crisis en la elaboracion de tesis, dietas,) y
pasa de eventual a procrastinadores crónicos.
¿Cómo dejar de hacer, lo que deseo hacer hoy? o‘’No dejes para mañana …En pandemia nos
dimos cuenta del gran laboratorio experimental globalcasero o doméstico al estar ‘encuevados
como ratones y palomas en ensayos condicionados a la ‘luz’ de las ventanas de redes sociales
con ‘’normas protectoras de salubridad’’ bajo el influjo del miedo y, fue imposible ‘matar el
tiempo’ en conversaciones catárticas, porque los primeros meses la mente estaba – sigue-
ocupada, por voces, imágenes dantescas y las familias apretujadas descubrieron el ‘’poder del
amor’’, colegas desquiciados ‘huyeron del laboratorio’ y algunos nos’’conectamos’’ en redes , a
revisar listas de historias clínicas, literatura médica pandémica, abordajes en líneas…
Muchos ante la muerte y uso del tiempo, retomaron actividades pospuestas, como las
madres y padres valoran el cuido, afecto familiar y ótras se desmoronaron; ese denominador
de la parca cohesiona y aún seguimos con temor- la pandemia continúa-,‘’las fiestas
clandestinas’’ aumentan cercanías humanas con flechazos… y las listas pendientes de hace
medio siglo, encontradas por el tiempo pandémico son tan parecidas en las necesidades
afectivas (las cartas de pacientes, madres o padres se parecen tanto a los deseos pospuestos a
los de ahora: vivir en paz con salud, ‘’mis hijos e hijas sean de buen corazón’’).
Este tiempo cronólogico, de organización de ‘’tareas para ayer’’, veloz y competitiva es insufic
iente y por eso los tiempos psicológicos y niveles de satisfacción disímiles son pilares para
darse cuenta que existen mundos posibles, y no solo, el asalto de la vida diaria, organización
anímica; nos es vital el soporte de fondo, el océano inconsciente que nos respira. La rutina
agota y domestica a la pareja – crueles proveedores, bomberos, del diario alimento- Cuándo los
amantes se satisfacen? y qué pasa al descubrir el amor en los geriátricos o los chicos jóvenes,
ya no puedan seguir posponiendo el encuentro en vivo? …
Es imposible realizar en una sola vida ‘’ listas pendientes’’ y parece que, nos reciclamos en las
cartas para el Espíritu de la Navidad con las mismas peticiones, y San Expedito, (santo de cosas
imposibles, nos rescata para funcionar-hodie hodie:hoy, hoy-) y, es importante reconocer que
no solo se pospone las responsabilidades, por flojera, desorganización, la procrastinación
funciona al confrontar la zona del placer(dopamina) y la razón, del sistema límbico y la corteza
pre frontal del cerebro, porque readapta las neuronas al sentido inmediato, del chip survive
‘’sálvese quien pueda’’.
PROCRASTINAR. A nivel intelectivo comprendemos que si seguimos faltando al empleo, seremos tachados de
irresponsables y las discuplas crónicas serán suficientes ‘’una raya mas del tigre…’’ igual pasa
con el exceso de fumar, beber que daña o mata… el secuestro de la amígdala emocional nos
dispara con ‘autosaboteos’’ . Entonces, ‘las listas pendientes’’de años y décadas mutan y
cristalizan con enfermedades psicosomáticas, conductas ritualistas, y la psique acumula
eternas culpas y la ansiedad, pánico, neurosis, estrés repeticiones, entran en un círculo
vicioso. Bien, vamos a gestionar el tiempo cronológico, bien lejos de la procrastinación por
indecisión, de estar en ‘’el mismo punto del Complejo de Penélope’’.
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EO / Por: Ana Anka
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