El Gobierno tiene buenas intenciones y es un buen plan. Pero, en lugar de que los niños sufran problemas con comidas que no se sabe cómo fueron cocinadas

Polémica en Indonesia tras miles de intoxicaciones por la comida escolar gratuita –. Desde que Indonesia puso en marcha un controvertido programa de comidas gratuitas escolares en enero, miles de niños han sufrido intoxicaciones. Los casos a lo largo del archipiélago siguen creciendo, sin que se hayan averiguado las causas, y con ellos el desconcierto de las familias, que piden mejoras.
Asila Lutfia es una adolescente de 13 años que figura entre los 6.442 estudiantes que enfermaron tras consumir alimentos del programa, según la Agencia Nacional de Nutrición indonesia, responsable de implementar la iniciativa, dotada con 28.000 millones de dólares y cuestionada desde su lanzamiento por estar financiada en detrimento de otros programas públicos.
Su madre, Yeni Arianti, reconoce en una entrevista con EFE que, desde que Asila se intoxicó, ha desaconsejado a otras familias sumarse al programa. Que hasta ahora ha alimentado alrededor de 30 millones de estudiantes de entre 6 y 18 años y tiene como objetivo llegar a los 80 millones.
“No es que no esté agradecida. El Gobierno tiene buenas intenciones y es un buen plan. Pero, en lugar de que los niños sufran problemas con comidas que no se sabe cómo fueron cocinadas, preferiría que el dinero para los almuerzos se enviara a los padres”, explica la mujer, que pide mejoras.
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La joven se intoxicó el 24 de septiembre en un instituto de Cipongkor, localidad del oeste de Java, la isla más poblada de Indonesia. Donde tuvo lugar uno de los brotes más recientes y severos, con 1.315 afectados, que reavivó las críticas al programa del presidente, el exgeneral Prabowo Subianto.
Poco después de comer el menú de aquel día, que incluía pollo, tofu y fresas, Asila comenzó a sentir dificultad para respirar, mareos y náuseas y tuvo que ser hospitalizada, tal y como les ocurrió a centenares de estudiantes de la ciudad indonesia.
“La fresa parecía fresca y no sabía mal, pero el pollo estaba ennegrecido”, relata por su parte a EFE Padli Alhudaepi, de 18 años.
El joven asegura que algunos de sus compañeros llegaron “en estado inconsciente” al hospital y que, tras lo ocurrido en Cipongkor, ni él ni sus amigos seguirán en el programa. “La escuela no lo rechazará, pero yo sí”, afirma.
EO// con información de: El Aragüeño