El estudio, realizado en colaboración con el Centro Dermatológico “Dr. Ladislao de la Pascua”, propone un abordaje integral que combina nutrición, salud emocional y terapias con células madre para frenar la progresión de la enfermedad
Obesidad abdominal podría estar vinculada al desarrollo de vitíligo-. Un equipo de científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México identificó una posible relación entre la acumulación de grasa abdominal y el desarrollo de vitíligo, una enfermedad autoinmune caracterizada por la pérdida de pigmento en la piel.
Grasa abdominal e inflamación silenciosa
Según el profesor Ismael Vásquez Moctezuma, del área de ciencias de la salud del IPN, el exceso de grasa abdominal genera una “meta lesión” crónica e imperceptible que puede detonar procesos inflamatorios en otras partes del cuerpo, como la piel. Esta grasa, localizada alrededor de órganos internos, libera factores inflamatorios que viajan por el torrente sanguíneo y alteran el sistema inmunológico.
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Los investigadores observaron que estas alteraciones metabólicas pueden contribuir al daño de los melanocitos —las células responsables de la pigmentación— y favorecer la aparición de vitíligo.
El estudio propone un tratamiento multidisciplinario que incluye:
- Terapia cognitivo-conductual, para ayudar a los pacientes a comprender y aceptar su condición
- Intervención nutricional, con dietas que reduzcan la grasa visceral y mejoren la inflamación silenciosa
- Terapias con células mesenquimales, que regeneran tejidos y regulan la respuesta inmune
- Los investigadores también detectaron una disminución de células madre en las zonas afectadas por vitíligo, lo que reduce la capacidad de la piel para controlar la acción de los linfocitos T. Reforzar la dermis con estas células podría ayudar a regenerar el tejido y controlar la enfermedad.
Este hallazgo abre nuevas posibilidades para el tratamiento del vitíligo desde una perspectiva preventiva y personalizada. Al vincular la obesidad abdominal con procesos inmunológicos y dermatológicos, el estudio del IPN refuerza la importancia de la medicina del bienestar como herramienta para mejorar la calidad de vida.
En un país donde más de un millón de personas viven con vitíligo, integrar nutrición, psicología y biotecnología podría marcar un antes y un después en la atención clínica.
EO//Con información de: El Aragueño