Unos 200.000 partidarios del Gobierno nacionalista-religioso de Benjamín Netanyahu llenaron las calles de Jerusalén
La oposición israelí ha convocado este sábado 29 de abril nuevas manifestaciones multitudinarias contra la polémica reforma judicial, un día antes de que se reabra la Knesset, el Parlamento de país, tras un receso.
La protesta más nutrida, como viene siendo habitual, se convocó frente al barrio gubernamental en Tel Aviv, donde participaron más de 200.000 personas, informa el canal 13.
También se celebraron manifestaciones en unos 150 lugares a lo largo del país. Así, unas 30.000 personas se concentraron en Haifa, 18.000 en Kfar Saba y alrededor de 16.000 en Netanya, precisa el medio, que recoge las estimaciones de la empresa Crowd Solutions.
En la calle Kaplan de Tel Aviv la manifestación estuvo marcada por un videomensaje del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien mostró su apoyo a las protestas en calidad de presidente de la Internacional Socialista, abogando por «la libertad, la igualdad, la justicia y la democracia», valores que —dijo— «no podemos dar por sentados y que tenemos que promover y defender a diario».
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El ministro israelí de Exteriores, Eli Cohen, acusó a quienes se oponen a la reforma de intentar «perjudicar el estatus internacional» de Israel y señaló que «ninguna entidad extranjera tomará decisiones por el pueblo israelí», al tiempo que dijo estar seguro que Sánchez no tenía tal intención.
El jueves, unos 200.000 partidarios del Gobierno nacionalista-religioso de Benjamín Netanyahu inundaron las calles de Jerusalén cercanas a la Knéset en la mayor manifestación de apoyo a la reforma, convocada con el objetivo de contrapesar la amplia oposición interior y exterior a la legislación.
El Estado hebreo vive así la 17.ª semana de protestas contra la reforma propuesta en enero por la coalición de Netanyahu.
El proyecto otorgaría al Gobierno una influencia decisiva en la selección de jueces, limitando el alcance de la Corte Suprema para derogar leyes o fallar en contra del Ejecutivo.
Los críticos consideran que debilitaría, en gran medida, la independencia judicial, dado que Israel no tiene Constitución, sino únicamente una comisión del Parlamento controlada por la coalición.
Aunque a finales de marzo las autoridades decidieron aplazar la aprobación de la reforma hasta finales de julio, los manifestantes presionan para que se derogue por completo.
EO// Con información de Globovisión