No se trata de la falta de contenedores o la eficiencia de recolección; el verdadero desafío reside en un cambio de mentalidad
No botar basura en la calle: un llamado a la conciencia ciudadana-. La ciudad de Maturín se caracteriza por tener un clima muy peculiar, avenidas y espacios públicos limpios, y la calidez de su gente. Sin embargo, existe una problemática que amenaza con la estética urbana de la ciudad, la salud pública y el bienestar colectivo, y es el hábito de arrojar basura en las calles.
Por lo tanto, tomar conciencia sobre el impacto negativo de un simple envoltorio o una botella plástica que permanecen largos días en una esquina junto con grandes cantidades de desechos, esto es algo que, si pensamos críticamente, podemos ver la indignación que causa hacia nosotros mismos.
Debemos tener en cuenta que cuando la basura se acumula en aceras o en esquinas, las consecuencias son graves, como por ejemplo la llegada de roedores e insectos que causan enfermedades tales como el dengue y la leptospirosis, y más aún en Maturín que las temperaturas son altas y la descomposición de desperdicios es acelerada.
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Además, una ciudad limpia es un imán para el turismo y la inversión, por el contrario, el desorden y la suciedad proyectan una imagen de abandono y desinterés que desanima a propios y extraños.
¿Cuál es la solución?
Si vas por la calle y no encuentras un cesto para botar la basura que llevas contigo, no la arrojes en la acera, mejor llega a tu casa para que puedas almacenarla y así esperar el horario de recolección del aseo urbano. Con esto, puedes convertirte en un ejemplo ciudadano delante de tus familiares y amigos, y así poder transmitirlo en tu entorno social.
Maturín merece calles que reflejen la dignidad y el orgullo de sus habitantes, no podemos dejar la limpieza de la ciudad exclusivamente a las autoridades, esto es una responsabilidad que también es parte de nosotros como hijos de esta tierra.
EO// Redacción: Victor Rojas