Por primera vez en su carrera salió del banco para dejar en el terreno al enemigo

Miggy anticipó celebración del club de cuarentones. El hit número 3.095 de la carrera de Miguel Cabrera tuvo un significado tan especial que le permitió anticiparse unas 72 horas al festejo de su cumpleaños número 40, el cual celebrará mañana.

Con un sencillo remolcador, en el cierre del décimo primer capítulo, el maracayero, de emergente por Akil Baddoo, con Spencer Tolkerson como corredor fantasma en segunda, dio hit rodado por el medio del campo, ante envío del relevista zurdo Taylor Rogers, para llevar a la goma la rayita que le puso cifras definitivas de 7-6 al encuentro interligas que los Tigres le ganaron a los Gigantes.

Nunca antes en su larga carrera de 21 temporadas, Cabrera había salido en calidad de “pinch-hitter” a dar un batazo que dejara en campo a su rival.

En otras 14 ocasiones, pero en rol de titular, dio la conexión que selló la victoria de su equipo, el último de ellos el 26 de mayo del año pasado, cuando diosencillo en el cierre del noveno contra el derecho de los Guardianes, Trevor Stephan, y llevó a la goma a Jonathan Schoop, con la carrera que le dio victoria de 4-3 a los bengalíes.

El oportuno indicutible dejó a Cabrera a 15 imparables de alcanzar a Dave Winfield (3.110) en el 22° lugar de la a lista histórica de hiteadores.

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