Entre los 1,5 millones de personas refugiadas y migrantes venezolanas en Perú hay personal médico y de enfermería que solo quieren tener la oportunidad de servir.
Profesionales médicos venezolanos aportan al sistema de salud de Perú. Los colegas de Edixioney Nubo Romero le atribuyen haber aplicado la mayor cantidad el mayor de vacunas COVID-19 en todo Lima Norte, un distrito empobrecido y en expansión de la capital peruana. Y, aunque no existe un recuento exacto, su registro no oficial de entrega de decenas de miles de dosis parece plausible. Hubo momentos, durante los días más oscuros de la pandemia, en los que la enfermera venezolana empezó a vacunar a las 7 de la mañana y terminó, muchos cientos de pacientes después, a medianoche.
“No sentíamos el cansancio”, recuerda Edixioney. “Lo que queríamos era que las personas se fueran vacunadas a sus casas, que no se fueran sin haber perdido todo el tiempo ahí, esperando”.
Para Edixioney, de 39 años, quien salió de Venezuela en busca de una cirugía de corazón que le salvara la vida a su hija y pasó sus primeros meses en Perú trabajando en un restaurante, la oportunidad de servir en la profesión que eligió le parece un milagro.
“Lo de nosotros es eso de vacunar”, asegura Edixioney, y añade que tanto ella como las otras enfermeras venezolanas con las que trabaja en la clínica de salud pública Los Libertadores, en el barrio limeño de San Martín de Porres, estarán eternamente agradecidas por “oportunidades de ganarnos el pan y de hacer lo que nos gusta”.
Perú es el segundo país de la región con mayor población refugiada y migrante venezolana, ya que acoge a casi 1,5 millones de los 7,1 millones de personas de origen venezolano que han abandonado su país en los últimos años.
EO// Con información de: ACNUR Para más información: elorientaldemonagas.com Síguenos a través de: Instagram: elorientaldemonagas Youtube: El Oriental De Monagas Facebook: Diario El Oriental Twitter: @elorientalmon