La celebración fue acompañada por fieles, colegas del clero y familiares, quienes rindieron homenaje a tres vidas dedicadas con entrega y vocación al servicio espiritual de su comunidad

Los hermanos Borges celebran 25 años de ministerio sacerdotal en la Diócesis de Angra-. En una emotiva ceremonia celebrada recientemente en la isla de São Miguel, Portugal, los sacerdotes Adriano, José y Paulo Borges conmemoraron 25 años de ordenación en la Diócesis de Angra. Los tres hermanos recibieron el sacramento del orden el 25 de julio del año 2000, fecha que coincide con la festividad de Santiago el Mayor, apóstol destacado en la tradición cristiana.
El padre Adriano Borges nació en abril de 1974, mientras que sus hermanos gemelos, José y Paulo, nacieron en febrero de 1975. Desde entonces, han dedicado sus vidas al servicio religioso en diferentes comunidades de la isla de São Miguel.
Actualmente, el padre Adriano Borges es párroco de la iglesia de São Sebastião de Ponta Delgada, además de desempeñar cargos como director del Servicio Diocesano de Apoyo a la Pastoral Escolar, asistente de la Comisión Diocesana de los Bienes Culturales de la Iglesia y profesor invitado del Seminario Episcopal de Angra.
Por su parte, el padre José Borges sirve como párroco de las comunidades de Água de Alto, São Pedro y São Miguel, en Vila Franca do Campo. También ejerce como párroco in solidum de Ribeira das Taínhas y Ponta Garça, y es profesor de Educación Moral y Religiosa Católica.
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El padre Paulo Borges desempeña funciones como vicario parroquial en São Pedro, en la iglesia matriz de São Miguel y en Água de Alto. Asimismo, preside la Comisión Diocesana de la Pastoral de la Salud y es capellán del Hospital del Divino Espírito Santo de Ponta Delgada.
Durante la eucaristía celebrada con motivo de sus bodas de plata sacerdotales, el padre Adriano Borges reflexionó sobre el simbolismo de haber sido ordenados en la festividad de Santiago, compartida también por los apóstoles Pedro y Juan. “No es una predilección especial, sino simbólica, porque estamos aquí los tres hermanos. No somos Pedro, Santiago y Juan, sino Adriano, Paulo y José”, expresó el sacerdote, en declaraciones recogidas por la Agencia Ecclesia de la Conferencia Episcopal Portuguesa.
En su homilía, subrayó la esencia del ministerio sacerdotal: “Un sacerdote que no tiene como función o como misión, en primer lugar, llevar a las personas a Cristo, no está realizando aquello que se le ha pedido. Lo que pidió Jesús es llevar a todos hacia Él”.
La celebración fue acompañada por fieles, colegas del clero y familiares, quienes rindieron homenaje a tres vidas dedicadas con entrega y vocación al servicio espiritual de su comunidad.
EO // Con información de aciprensa