Del 1 al 7 de agosto celebramos el lazo más puro entre madre e hijo. La lactancia materna es más que alimentar; es un abrazo de vida que fortalece un vínculo inquebrantable.
Lactancia materna: un vínculo de amor y alimentación. — Cada gota de leche materna es una caricia que protege, nutre y ama. Es la primera vacuna del bebé, el primer consuelo. Y es que, más allá de los nutrientes, la lactancia materna crea un lazo emocional único, un refugio de amor y seguridad.
Referirse a la lactancia materna es referirse al amor, un vínculo humano que va mucho más allá de la alimentación. Aunque esta última es fundamental para el desarrollo del bebé, el lazo afectivo creado durante la lactancia es invaluable.
La leche materna protege al niño de innumerables enfermedades, es por ello que se recomienda su consumo desde el primer minuto, apenas sale del vientre materno.
Los beneficios que aporta la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida del niño son muchos, y utilizarla como alimentación complementaria durante los primeros 2 años del menor aportaran grandes beneficios, vitaminas y propiedades que le garantizará un excelente desarrollo.
Hablar de leche materna no es solamente referirse a los beneficios que aportan para el crecimiento y desarrollo de un niño, es también hacer referencia al apego emocional y el vínculo humano que se forma entre madre e hijo.
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Para muchas personas este acto representa la más pura muestra de amor y unión familiar, mientras que unos pocos repudian el acto cuando es realizado en público.
Es importante promover los entornos propicios que ayudan a las mujeres a amamantar, incluido el apoyo en la comunidad y en el lugar de trabajo, con medidas de protección adecuadas.
Si entendemos la importancia que este acto tiene no solo para el niño, sino también para la madre, podríamos aprender a ser más tolerantes y respetuosos a la hora de ver a una mujer alimentando a su hijo.
La invitación es a aceptar, acompañar y respetar este bello acto de amor, prestar una silla, una almohada, ayudar a la madre a comer o beber algo mientras amamanta son pequeños actos de comprensión que aportan respeto a la familia.
¡Amamantar es darlo todo! Es un acto de amor que merece nuestro respeto y apoyo. ¡Unámonos para crear un mundo donde todas las madres puedan amamantar con confianza y orgullo!
Redacción Marinés Rivas.