Los telescopios ALMA y Webb han observado HH 30 en distintas longitudes de onda para entender mejor qué está ocurriendo allí

La NASA captura el momento exacto en el que nace una estrella – Es algo que nunca antes se había podido observar con tanto detalle: el nacimiento de una estrella. Y la NASA lo ha conseguido. Se trata de HH 30, una protoestrella ubicada en la Nube Molecular de Tauro, a unos 450 años luz de la Tierra, y gracias al telescopio espacial James Webb, hemos podido presenciar cómo nace. HH30 se ha convertido en un objeto de estudio clave para la astronomía, y su observación, el pasado mes de febrero, aporta nuevas pistas sobre el origen de los sistemas planetarios.
Gracias a la combinación de esta imagen con observaciones del Telescopio Espacial Hubble y del Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), es posible obtener una visión más clara del proceso mediante el cual los discos de gas y polvo que rodean a las estrellas jóvenes se transforman en sistemas planetarios.
«HH 30 es de particular interés para los astrónomos. De hecho, el disco HH 30 se considera el prototipo de un disco de canto, gracias a su temprano descubrimiento con el Telescopio Espacial Hubble. Los discos vistos desde esta vista son un laboratorio único para estudiar cómo los granos de polvo se desplazan y se asientan», explican desde la NASA.
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Los objetos Herbig-Haro, como HH 30, son regiones luminosas que rodean estrellas recién nacidas (conocidas como protoestrellas). Se forman cuando los vientos estelares o los chorros de gas que arrojan estas estrellas recién nacidas forman ondas de choque al chocar con el gas y el polvo cercanos a altas velocidades.
Los telescopios ALMA y Webb han observado HH 30 en distintas longitudes de onda para entender mejor qué está ocurriendo allí. ALMA puede detectar granos de polvo grandes, del tamaño de milímetros, que se concentran en una delgada franja en el centro del disco de material que rodea a la estrella. Webb, por su parte, capta el polvo más fino, tan pequeño como una bacteria, que está más disperso por todo el disco.
Estas observaciones de Webb combinadas con las de ALMA muestran que los granos de polvo de gran tamaño deben migrar dentro del disco y asentarse en una capa delgada. La creación de una capa de polvo estrecha y densa es una etapa importante en el proceso de formación de planetas. En esta región densa, los granos de polvo se agrupan para formar guijarros y, finalmente, planetas.
EO// con información de: Hoy