Caren, Yenet, Milena y Luz son mujeres que cultivan cacao en el llano venezolano, pero desde marzo de 2025 también son los nombres que dan vida a una colección de cuatro chocolates

La línea de chocolates que exalta a las mujeres cacaoteras del estado Apure-. En Venezuela, la tradición de sembrar y recoger cacao tiene su origen en la época colonial. Un oficio que, en muchos casos, se hereda de generación en generación. Entre miles de familias cacaoteras, se encuentran historias de mujeres que cultivan, fermentan y comercializan el cacao, junto con otros frutos como el plátano, la yuca y algunas hortalizas. Son mujeres que trabajan la tierra, desmitificando una faena que se suele adjudicar al hombre.
En 2019, cuando Esther Rojas comenzó a hacer chocolates en Cakawa, una chocolatería ubicada a pocos metros de la plaza Francia de Altamira, en Caracas, tenía dos metas a largo plazo: ofrecer al consumidor la posibilidad de probar chocolates con cacaos de diferentes procedencias y que fueran mujeres quienes lo cosecharan. Guiada por esas premisas, el equipo de la chocolatería comenzó a contactar a cacaoteras de diferentes regiones: Miranda, Mérida, Sucre y los Llanos. En 2023 viajaron al estado Apure, en búsqueda de granos para transformar en tabletas y bombones.
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Con la idea de hacer chocolates que enaltezcan a las cacaoteras apureñas, Cakawa comenzó el trabajo en conjunto con un grupo de productoras de la zona: Yenet García, Caren Izaguirre, Luz Daris Maldonado y Milena Guevara, quienes aceptaron vender su cosecha a la chocolatería y aplicar las mejoras sugeridas por los especialistas.
El proyecto se conformó con mujeres que gestionan sus propias fincas, donde cultivar cacao es parte de su herencia familiar. La chocolatería las describe como emprendedoras, de carácter regio, que no se amilanan ante las dificultades, y sobre todo que apuestan al cacao como negocio para el crecimiento propio y de la región. Mujeres que, entre otras cualidades, tienen sensibilidad por el cuidado del suelo y la naturaleza, trabajando en cultivos orgánicos y sustentables.
“Estos chocolates son tan diferentes como las mujeres que los cosechan. Alguna es más coqueta y elegante, la otra es más aguerrida, otra es más tímida pero perseverante, y en otra encuentras una sonrisa constante. Bueno, así como ellas son distintas, el cacao que logran también es diferente del de las otras productoras, y su chocolate termina siendo con perfiles distintos. Uno es más cremoso, el otro es más floral, otro más a frutos cítricos y el otro recuerda a frutos secos. Todos son cacao de Apure al 60 %, con adición únicamente de azúcar.
La chocolatería aspira, con la difusión y comercialización de estas tabletas, a seguir procesando el cacao cosechado por las involucradas en este proyecto de Cacaos Alto Apure; mientras buscan sea un incentivo para otras mujeres que siembran cacao en diferentes regiones del país. Esther Rojas insta a las cacaoteras a entrar en contacto con Cakawa y explorar la posibilidad de replicar esta experiencia con productoras de otros pueblos venezolanos.
EO/// Con información de: El diario