La educación no es solo un capricho o una conveniencia; es un derecho fundamental que todo niño y niña debería tener garantizado
La educación: un motor que impulsa el futuro de los niños y niñas-. En las páginas de la historia, desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos hasta la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, este principio se ha escrito y reafirmado una y otra vez.
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¿Pero qué significa realmente?: Por un lado, funciona como un escudo contra algunos factores como; la pobreza, explotación y trabajo infantil.
Un niño que va a la escuela es un niño con menos probabilidades de ser invisible para el sistema, con más herramientas para entender sus derechos y con el poder de tomar decisiones que le permitan escapar de la vulnerabilidad.
Por el otro lado, la educación es la llave que abre puertas, en un mundo que avanza a pasos agigantados, donde la información y la tecnología son el pan de cada día, y muchas veces la capacidad de pensar de manera crítica, de ser creativo y de resolver problemas se vuelve invisible.
Garantizar la educación de cada niño no es una tarea de una sola persona o Estado, es una responsabilidad que recae sobre toda la sociedad.
Papá, mamá y la familia en general , también deben jugar un papel crucial en la educación de los niños y niñas, pues aunque sea muy «cliché» «la educación viene desde casa».
EO// Redacción de: Víctor Rojas