El uso prematuro del celular está relacionado con un 13% de los problemas en las relaciones familiares, afirma el estudio
Jóvenes antes de 13 años con celulares aumenta riesgo de trastornos mentales y agresividad

Jóvenes antes de 13 años con celulares aumenta riesgo de trastornos mentales y agresividad-. Un estudio global desarrollado por la organización sin fines de lucro Sapien Labs reveló que el uso de teléfonos celulares antes de los 13 años puede tener efectos negativos en la salud mental durante la adultez. La investigación, que encuestó a más de 100.000 personas de entre 18 y 24 años en más de 70 países, identificó vínculos con trastornos del sueño, ciberacoso, conflictos familiares y baja autoestima.

Chile fue uno de los países incluidos en el estudio, cuyas conclusiones generaron preocupación entre expertos. En conversación con CNN Chile AM, Ruth Arce, directora de Pedagogía en Educación Media de la Universidad Diego Portales (UDP), advirtió que los dispositivos móviles están alterando profundamente las dinámicas de comunicación familiar desde la infancia.

«Las conversaciones familiares se ven desplazadas por una fuente interminable de estímulos inmediatos que atrapan la atención del niño”, explicó Arce.

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Según las cifras del estudio, el uso prematuro del celular está relacionado con un 13% de los problemas en las relaciones familiares, un 12% en trastornos del sueño y un 10% en casos de ciberacoso. La académica también alertó sobre la exposición temprana a contenidos violentos o inadecuados en redes sociales, los cuales pueden ser imitados y normalizados por los menores, afectando su conducta y percepción de los vínculos sociales.

Consultada sobre la edad adecuada para entregar un celular a un menor, Arce fue clara: “Ningún niño menor de 11 años debería tener un celular”. Además, destacó que varios establecimientos educacionales ya han implementado políticas de tolerancia cero al uso de teléfonos en la sala de clases, e instó al Estado a establecer marcos regulatorios que protejan el desarrollo infantil sin cortar del todo los canales de comunicación.

«La escuela no es la causa del problema, sino que sufre las consecuencias de un entorno social cada vez más digitalizado y deshumanizado”, subrayó la experta, quien llamó a las familias a recuperar los espacios de conversación presencial como una herramienta clave para el bienestar emocional de los niños.

EO//Con información de: Cactus 24