La mayor parte de los casos involucran prótesis de cadera o de rodilla. Aunque son procedimientos con muy buenos resultados

Infección de prótesis articulares: ¿por qué ocurre?. La infección de las prótesis articulares puede producirse de forma aguda o crónica. En cada caso, los síntomas son diferentes, por lo que es importante saber identificarlos. Te lo explicamos.
La infección de prótesis articulares es una complicación relativamente frecuente tras los reemplazos articulares. La colocación de prótesis es una cirugía muy extendida en la actualidad, que ayuda a tratar numerosas patologías relacionadas con el aparato óseo.
La mayor parte de los casos involucran prótesis de cadera o de rodilla. Aunque son procedimientos con muy buenos resultados, pueden tener complicaciones, como cualquier otra técnica quirúrgica. ¿Por qué ocurre esta infección? ¿Cuáles son sus síntomas? A continuación, resolvemos estos interrogantes.
¿En qué consiste la infección de prótesis articulares?
La infección de prótesis articulares también se conoce como ‘infección periprotésica’. Se trata de una complicación que compromete tanto la zona del reemplazo articular como los tejidos adyacentes.
Artroplastia es el nombre médico de este procedimiento. Según información de la Clínica Universidad de Navarra, en España se realizan alrededor de unas 30 000 intervenciones de este tipo al año. Es un procedimiento seguro que, en la mayoría de casos, produce una mejoría notable en la calidad de vida del paciente.
Las articulaciones más propensas a ser sustituidas por una prótesis son la cadera y la rodilla.
Aun así, como lo expone una publicación en Clinical Microbiology Reviews, una minoría de pacientes experimentará fallos en el dispositivo y requerirá una cirugía adicional en algún momento de su vida. Se estima que entre un 2 y un 4 % de los casos de artroplastia acaban en infección.
El gran problema es que puede causar otras complicaciones graves, además de suponer un alto costo para el sistema sanitario. En sí, suele derivarse por bacterias del propio paciente, que forman una matriz gelatinosa sobre la prótesis.
¿Por qué puede ocurrir la infección de prótesis articulares?
La infección de prótesis articulares puede producirse por diferentes tipos de bacterias. Como hemos señalado, estas se adhieren a la prótesis y forman un biofilm. Para esto, se organizan en capas, unas encimas de otras. Esto explica por qué las que se encuentran en las capas más profundas son más resistentes a los antibióticos.
Ahora bien, la propia prótesis también altera la función de ciertas células del sistema inmunitario, como los fagocitos. Todos estos factores favorecen que la infección avance y sea compleja de tratar.
Las bacterias que suelen estar implicadas son los estafilococos. Dentro de este grupo, los microorganismos más frecuentes son el Staphylococcus aureus y el Staphylococcus epidermidis. Otros agentes involucrados son los siguientes:
- Escherichia coli.
- Pseudomonas aeruginosa.
- Enterococcus spp.
También puede tratarse de una infección polimicrobiana. Es decir, causada por más de una bacteria. Las infecciones por hongos son menos frecuentes.
Tipos de infección
La infección de prótesis articulares suele clasificarse en función del tiempo de evolución. Algunos autores distinguen entre infección aguda y crónica. No obstante, tal y como explica la Guía Prioam, también se puede clasificar de las siguientes formas:
- Infección posquirúrgica precoz (IPP).
- Infección crónica tardía (ICT).
- Hematógena aguda (IHA).
Los que solo distinguen entre infección aguda y crónica engloban en el primer grupo la infección hematógena aguda.
Infección posquirúrgica precoz o infección aguda
La infección posquirúrgica precoz es aquella que se produce en el primer mes tras la colocación de la prótesis. Algunos indican que sigue considerándose infección aguda hasta los tres meses después de la cirugía.
Hay una serie de criterios que ayudan a identificar este tipo de infección de prótesis articulares. Suele haber dehiscencia y supuración de la herida quirúrgica. Además, al extraer líquido de la articulación y examinarlo en el laboratorio, también se detecta la presencia de bacterias.
Infección hematógena aguda
La infección hematógena aguda es aquella que se produce cuando el foco de la infección se encuentra en otro lugar del cuerpo. Es decir, las bacterias pueden proceder de otro proceso como una neumonía, una infección urinaria, una endocarditis, etcétera. Lo que ocurre es que se movilizan con la sangre y acaban colonizando la prótesis.
Infección de prótesis articulares de tipo crónico
La infección crónica se suele considerar cuando han pasado tres meses desde la colocación de la prótesis. Es más complicada de tratar que las agudas, ya que el biofilm bacteriano ha madurado y no se puede retirar.
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EO//Con información de: 800Noticias