Heredar un mundo sano a las nuevas generaciones

Cuando se habla de la conservación del ambiente, el panorama parece desalentador, pero aún podemos hacer algo por el futuro de las nuevas generaciones
Heredar un mundo sano a las nuevas generaciones

Heredar un mundo sano a las nuevas generaciones – El mundo en que vivimos, existe desde mucho tiempo antes que nosotros mismos, la civilización nos precede, y la naturaleza precede a la civilización, pero ¿Cuál se conservará durante más tiempo?

Al ritmo que vamos, es bastante probable que la naturaleza perezca antes que la civilización. Pero de igual manera, no parece haber forma de que la civilización prevalezca luego de tal catástrofe.

Solemos separar lo natural de las creaciones del hombre, pero la existencia de viviendas, rascacielos, vehículos, y en realidad, de todas las tecnologías que utilizamos hoy, es posible solo gracias a los recursos naturales. Por tanto, su papel en el desarrollo y progreso de la humanidad, es evidente.

Para continuar progresando, debemos encontrar la manera de aprovechar y conservar estos recursos en la máxima medida posible. En su ausencia, no existe ninguna forma de seguir avanzando, y en realidad, tampoco de perpetuar nuestra presencia sobre el mundo.

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Debemos ser más conscientes sobre nuestro consumo y manejo de los recursos, si seguimos por el mismo camino, no habrá sustento para las próximas generaciones. En gran medida, nuestra responsabilidad como habitantes del mundo, consiste en cuidar de él, tanto por el bien del medio ambiente, como de nuestro futuro.

Es muy importante, entender que el mundo no nos pertenece, no lo ha hecho ni lo hará nunca. Vivir sin considerar las consecuencias de nuestros actos, es la conducta más egoísta y autodestructiva que podemos tener.

En especial, si consideramos que el objetivo principal del ser humano, es la preservación de la vida. Pero ¿Cómo puede conservarse la vida en un mundo donde la naturaleza ha muerto? Es una idea simplemente inconcebible.

Pero si tenemos futuro, aún hay muchos niños que no han crecido para ver la verdadera belleza del mundo con sus propios ojos. Se supone que han sido traídos al mundo por amor, entonces, por ese mismo amor, conservemos la naturaleza, y entreguemos un mundo sano a las nuevas generaciones.

EO// Redacción: Roynel Rojas