Comer más fibra a diario y hacer 150 minutos semanales de actividad física ayudan a prevenir el cáncer de mama. Conoce otras estrategias para reducir el riesgo de sufrir la enfermedad
Hábitos que ayudan a reducir el riesgo de cáncer de mama

Hábitos que ayudan a reducir el riesgo de cáncer de mama-. El cáncer de mama es uno de los problemas de salud más frecuentes entre las mujeres, así como uno de los más temidos. Cada año, en el mundo, millones de personas son diagnosticadas con esta enfermedad, lo que genera un gran impacto en sus vidas y en la de sus familiares y seres cercanos.

Aunque no existe un solo método que permita prevenir el cáncer de mama, sabemos que hay hábitos saludables que contribuyen a reducir el riesgo de padecer la enfermedad. Las mujeres que son activas físicamente, que llevan una dieta equilibrada, que no consumen alcohol y que controlan su peso, tienen una cierta protección.

A continuación, te contamos cuáles son las estrategias de prevención que puedes aplicar en tu día a día. Verás que se trata de costumbres y formas de vivir que también previenen otros problemas de salud.

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1. Seguir la dieta mediterránea
La dieta mediterránea reúne un conjunto de pautas de alimentación que se consideran beneficiosas para el cuerpo. Se basa en un consumo elevado de frutas y verduras, ricas en antioxidantes. Estos compuestos, presentes en los alimentos que ayudan a prevenir el cáncer de mama, combaten un fenómeno de las células llamado estrés oxidativo.

Además, la dieta mediterránea propone un uso predominante del aceite de oliva virgen extra y de pescado rico en ácidos grasos omega-3. De ese modo, se aumenta el consumo de grasas saludables con propiedades antiinflamatorias. Al reducir la inflamación crónica del cuerpo, también se está controlando un factor de riesgo asociado con varios tipos de cáncer.

Una alimentación rica en frutas, vegetales, ácido fólico, vitamina B12, carotenoides y licopeno es capaz de reducir en un 60 % el riesgo de cáncer de mama, de colon y de próstata. Y todas estas características se cumplen en la dieta mediterránea.

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2. Limitar la ingesta de azúcares simples y grasas saturadas
Aunque existe la creencia popular de que comer azúcar es alimentar a las células cancerosas, no hay evidencia de ello. En realidad, todas las células del cuerpo necesitan azúcar para cumplir sus funciones.

    Pero sí es cierto que una dieta rica en azúcares simples se asocia con la obesidad y con el desarrollo de síndrome metabólico. Ambas condiciones aumentan la inflamación del cuerpo y, por lo tanto, favorecen la aparición del cáncer.

    Por otro lado, una de las peores presentaciones dulces es la forma líquida, en refrescos y jugos comerciales. Consumir más de 5 gramos por día de azúcar en líquidos incrementa la posibilidad de tener cáncer en el futuro

    3. Aumentar el consumo de fibra
    Una dieta alta en fibra podría ser un hábito eficaz para prevenir el cáncer de mama. También se supone que ayudaría a evitar otros tipos de cánceres, como el de colon.

    La acción sería indirecta. Una ingesta adecuada de fibra contribuye a regular el peso corporal, enlentece la absorción del azúcar en el intestino y disminuye la inflamación en todo el cuerpo.

    4. Hacer ejercicio de manera regular
    El ejercicio físico es un componente fundamental en la prevención del cáncer de mama, demostrado por la ciencia. La actividad física equilibra los niveles de estrógenos en las mujeres, por lo que evita un exceso hormonal, que podría ser uno de los detonantes de la enfermedad.

    Cada vez entendemos mejor cómo prevenir el cáncer de mama


    La prevención del cáncer de mama implica un enfoque de múltiples aspectos. Al adoptar un estilo de vida saludable y realizar controles regulares, todas las mujeres podrían reducir significativamente su riesgo y mejorar su calidad de vida.

    Es una buena noticia saber que existen estrategias respaldadas por la ciencia para la prevención. La alimentación mediterránea, el ejercicio diario, la limitación del alcohol y el tabaco, así como el control del peso, son formas de disminuir los factores negativos que podrían desencadenar la enfermedad.

    Pero todos estos hábitos no son nada sin la concienciación y la difusión de la información a la mayoría. Mientras más mujeres sepan cómo cuidarse, menos diagnósticos tendremos que lamentar.

    EO//Con información de: Mejor con Salud