Con solo un bote de garbanzos y unas pocas especias, puedes transformar esta noble legumbre en un aperitivo adictivo en menos de 15 minutos. Su preparación es muy sencilla y el resultado es espectacular: con una textura crujiente por fuera y tierna por dentro
Garbanzos fritos, la receta más fácil para lograr un adictivo saludable-. Gracias a su versatilidad, se pueden incorporar fácilmente como topping crujiente en ensaladas o cremas de verduras, e incluso como un ingrediente más para sumar a una mesa de picoteo con aceitunas, tomates cherry, untables y crackers.
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Estoy segura de que se van a sumar a tu repertorio de recetas fáciles y deliciosas, perfectas para salvarte de cualquier antojo o para elevar tus comidas de forma instantánea.
Ingredientes
Para 2 personas
- Garbanzos cocidos 400 g
- Aceite de oliva virgen extra 1 a 2 cucharadas
- Pimentón dulce o picante – 1 cucharadita
- Comino molido 1 cucharadita
- Sal a gusto
Cómo hacer garbanzos fritos
Enjuagar bien los garbanzos de la lata con agua fría y escurrir, secar lo mejor que se pueda con papel de cocina o un paño. Esto es clave para que queden bien crujientes. En un cuenco, mezclar los garbanzos secos con el aceite de oliva, el pimentón, el comino y la sal. Asegúrate de que todos los garbanzos queden bien cubiertos.
Calentar una sartén grande a fuego medio-alto. Una vez caliente, sumar los garbanzos en una sola capa. No pongas demasiados a la vez para que se frían bien y no se cuezan.
Freír durante unos 10 a 15 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que estén dorados y crujientes por fuera. Retirar del fuego y dejar enfriar un poco antes de servir.
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