Gregory Vargas fue el más destacado con 11 puntos, seis rebotes y siete asistencias; mientras que Victor Liz hizo lo propio por República Dominicana con 20 unidades, siete rebotes y tres asistencias
El encuentro deportivo celebrado en el Domo Bolivariano de Barquisimeto y que reunió a la selección de República Dominicana y Venezuela, quienes se disputaron la clasificación al grupo E, jugaron un partido lleno de sufrimiento, sudor y esfuerzo en el que la selección venezolana logro alcanzar la victoria dejando a República Dominicana en el terreno 76 por 72 a favor de los criollos.
El Domo de Lara fue una caldera, en donde el ruido era ensordecedor cada encestada por parte de las selecciones generaban en los aficionados una avalancha de emociones que sin dudarlo lo manifestaron con gritos y cantos que también le inyectaron a los jugadores la energía para brindarle un partido lleno de euforia.
El triunfo de los criollos, les brindo la oportunidad de acercarse a la quinta ventana clasificatoria en la pelea por llegar al Mundial que se realizará en el 2023.
Los de casa arrancaron con fuerza. David Cubillan, Jhornan Zamora, Garly Sojo, Néstor Colmenares y Miguel Ruiz (los cinco inicialistas) rápidamente pusieron tierra de por medio para que Venezuela fuera tomando ventaja en el marcador, ayudados por el despliegue de hombres como Michael Carrera, uno de los mejores de la cancha una vez más, Gregory Vargas y Windi Graterol.
Dominicana no podía reaccionar, ni siquiera con la presencia desde el comienzo del jugador de la NBA, Christopher Duarte, o figuras como Ángel Delgado, Eloy Vargas, Andrés Feliz y Víctor Liz, sus inicialistas. Sencillamente, no podían cuajar las jugadas ofensivas y terminaron perdiendo el primer cuarto 28-13 frente a un cuadro venezolano que estaba en su mejor momento.
Nivel que mantendrían en los siguientes diez minutos de juego, en los que Fernando Duró continuó rotando a los jugadores para mantenerlos frescos, pero no se detuvo el juego arrollador. Allí fue donde Sojo, Yohander Sifontes, Vargas y José Ascanio aprovecharon para hacer sus aportes.
La visita seguía pérdida sobre la cancha, sin ímpetu para jugar, sin ánimos, desconectados del compromiso y perdían posesiones por errores de concepto sobre el reglamento FIBA; oportunidades que no desaprovechó la «Vinotinto de las alturas» para seguir haciendo de las suyas y aumentar la diferencia en el resultado a 20 puntos cuando el cronómetro llegó a cero y Gregory Vargas cerró la primera mitad con un triple sobre la bocina que hizo estallar al Domo Bolivariano.
Todo era fiesta y alegría en el recinto. Venezuela había cosechado sus mejores dos primeros cuartos de esta cuarta ventaja de clasificación, lo que se traducía en un cómodo resultado de 51-31 a su favor.
Sin embargo, la reacción dominicana llegaría en la reanudación del juego. Instantes antes también se pudo apreciar un momento de nostalgia y emotividad cuando le realizaron un homenaje al capitán eterno de esta selección, el «Grillo» Vargas, hermano de Gregory, quien se mostró muy agradecido y emocionado.
La tercera parte marcaría el rumbo de cómo sería el final de la contienda. República Dominicana salió con otro carácter del vestuario, con mayor energía, renovados y con ganas de «comerse» la cancha, mientras que su rival parecía aletargado y lento, como si aún siguiera en los camerinos.
Esa pasividad al momento de jugar le terminó pasando factura a los dirigidos por Duró, pues pese a iniciar con un punto más debido a una falta técnica que recibió la visita, no lograron volver anotar hasta cuando quedaban seis minutos en el reloj, momento en el que acabaron con una racha de 12 puntos consecutivos que habían vuelto a meter en la contienda a los dominicanos.
Los triples lograron mantener en el doble dígito la ventaja criolla, obtenidos por Cubillan, Carrera y Graterol, pero aún así el embate de los de la isla era muy fuerte y terminaron ganando ese tiempo 16-27 para reducir la diferencia a solo nueve unidades.
Hasta que llegaron los diez minutos finales. Aquellos que definirían el compromiso para un lado u otro, y en el cual Venezuela salió como el ganador moral y definitivo gracias a la gallardía, coraje y apoyo de todos los fanáticos que fueron a auparlos.
Dominicana había recortado aún más la desventaja de la mano de un Christopher Duarte que había tomado un segundo aire en su juego, tanto para anotar él mismo como para asistir a sus compañeros. Con 5:31 en el reloj, el resultado había llegado a ser de 67-66 a favor de Venezuela, pero a la hora de la verdad fue donde emergieron Garly Sojo, Gregory Vargas y Michael Carrera para consagrarse como los mejores del partido.
Sojo lo consiguió desde el aspecto ofensivo, anotando puntos claves en los momentos en los que peor estaba Venezuela; Vargas lo hizo desde el aspecto anímico con su lucha constante por cada balón dividido, que terminaba en sus manos y le regalaba tiempo a los locales para administrar el resultado; y Carrera por ser el salvador definitivo al bloquearle un lanzamiento de tres a Duarte que hubiera significado la derrota con segundos para finalizar el juego.
Las credenciales de la NBA que tiene Duarte no significaron nada para un Michael Carrera que le tapó el lanzamiento definitorio a su rival en el rostro para que rugiera todo el público presente y así sentenciar el partido en favor de los locales. Resultado final 76-72.
La «Vinotinto de las alturas» regresará a la acción en la quinta ventana de compromisos, que se disputará del 10 al 13 de noviembre, en las que tendrán dos choques claves para certificar su pase al Mundial: Canadá y República Dominicana.
EO//Con información de Unión Radio
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