Kingsley Coman, Konaté y Varane no participaron en el entrenamiento colectivo del viernes.
Francia tomó precauciones para protegerse del virus. Francia toma «el máximo de precauciones» para protegerse ante el virus que circula en su concentración, afirmó este sábado a un día de la final ante Argentina su seleccionador, Didier Deschamps, que no está al corriente de las últimas informaciones debido a que salió del hotel muy temprano.
«Cuando me fui estaban todos dormidos, no tengo las últimas informaciones, intentamos gestionarlo de la mejor manera posible, con tranquilidad con respecto a las diferentes informaciones», señaló el seleccionador en la principal sala de prensa del centro de comunicaciones del Mundial.
Kingsley Coman, Ibrahima Konaté y Raphaël Varane, enfermos, no participaron en el entrenamiento colectivo del viernes.
«No voy a entrar en los detalles, intentamos tomar el máximo de precauciones, adaptarnos e intentar cuidarnos sin caer en los excesos, en un sentido u otro. Si no hubiéramos tenido el virus mejor, pero lo gestionamos como podemos», añadió Deschamps a poco más de 24 horas de jugar la final.
Tocados físicamente, Theo Hernandez y Aurélien Tchouaméni tampoco entrenaron el viernes, dejando a los Bleus con un efectivo de 19 jugadores.
Aumento del cuidado
El «síndrome viral» evocado por el cuadro técnico tocó en primer lugar a Dayot Upamecano y Adrien Rabiot, dos titulares que fueron baja en el triunfo (2-0) ante Marruecos en semifinales.
Diferentes síntomas han sido explicados en los últimos días por los jugadores y técnicos: fiebre, dolor de barriga o de cabeza.
Los Bleus han extremado las precauciones en el hotel con gel hidroalcohólico, gestos barreras y aislamiento de los jugadores enfermos.
«Nunca estás preparado para este tipo de cosas, pero intentamos gestionarlo de la mejor manera posible», había dicho minutos antes que su técnico el capitán Hugo Lloris.
«Son cosas que pasan, pero no influye en la concentración y en la excitación de estar en la víspera de una final del Mundial«, añadió.
Francia, vigente campeona, y Argentina se enfrentan en el estadio Lusail el domingo en la búsqueda de su tercera estrella mundial.