El retinol es un potente antioxidante que puede conseguir maravillas en nuestra piel, pero la introducción en la rutina debe ser progresiva y si eres de piel sensible, hay que tener mucho cuidado

Farmacéutica revela secretos sobre la aplicación del retinol-. Iniciarte en el uso del retinol significa que estás buscando un verdadero cambio en tu piel. Algunos de los objetivos más comunes pueden ser aumentar la luminosidad, mejorar la textura, o reducir las líneas de expresión, manchas o marcas de acné.
Estos son los resultados que esperamos obtener al incorporar este gran antioxidante en nuestra rutina, sin embargo, para conseguirlos hay que ser muy cuidadosas con el proceso y, aunque parezca irrelevante, la época del año también influye en su eficacia.
Usar el retinol en verano puede ser un gran dilema, pero la respuesta es mucho más sencilla de lo que creemos: todo depende de lo «retinizada» que tengamos la piel. Así lo explica Mónica Lizondo, farmacéutica y CEO de Segle.
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«El retinol es un gran antioxidante y activo transformador de la piel, derivado de la vitamina A, que estimula la renovación celular y la síntesis de colágeno y elastina», explica Mónica.
Esto se traduce en una piel más firme, con menos arrugas, un tono más uniforme y una textura más lisa. Es decir, es el mejor aliado de las pieles maduras, pero también puede ser muy útil en mujeres con pieles con tendencia acneica o con poros dilatados, ya que «tiene acción seborreguladora», añade.
En cuanto a si es bueno usarlo en verano o no, la respuesta está en el nivel de retinización que tenga nuestra piel, y si este es nulo, posponer el tratamiento. Según señala la farmacéutica, «en verano no se recomienda iniciar el tratamiento con retinoides porque si la piel está irritada durante las primeras semanas de uso, tendrá una menor resistencia al sol y podría quemarse con más facilidad».
Por lo tanto, «si nunca has utilizado retinol, lo más recomendable es empezar en septiembre u otoño, cuando la exposición solar disminuye y la piel está menos expuesta a factores externos que puedan irritarla», señala. Así, además, facilitamos el proceso de adaptación o «retinización» sin comprometer la barrera cutánea.
EO/// Con información de: ELLE