Pero no todos piensan igual. Kurtis Beavers, director de Microsoft, asegura que mantener la etiqueta, incluso con máquinas, puede fomentar “interacciones más respetuosas y colaborativas”

Expertos responden sobre las implicaciones que tendría darle las gracias o pedirle el favor a la Inteligencia Artificial – En tiempos donde la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta cotidiana, muchos usuarios han adoptado el hábito de hablarle con cortesía. Decirle “por favor” o “gracias” a un asistente virtual ya no es raro, pero ¿es útil, inútil o incluso peligroso?
Para entenderlo, hay que recordar que la IA es un conjunto de tecnologías capaces de imitar funciones humanas como el aprendizaje, la percepción o el razonamiento. Y aunque humanizarla nos parezca natural, algunos expertos no lo ven tan positivo.
Uno de ellos es Sam Altman, CEO de OpenAI, quien recientemente admitió que los usuarios que escriben frases como “gracias” o “por favor” en sus chats con IA le están costando “decenas de millones de dólares bien gastados”. ¿La razón? Cada interacción, por mínima que sea, consume recursos informáticos y energía.
Sin embargo, la preocupación no es solo financiera, sino ambiental. Una investigación realizada por The Washington Post junto con la Universidad de California reveló que generar un solo correo de 100 palabras con IA consume alrededor de 0,14 kilovatios-hora de electricidad. Eso equivale a que si una persona escribiera un correo semanal con IA durante un año, consumiría la misma energía que nueve hogares en una hora.
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¿Modales, miedo o sostenibilidad?
Una encuesta publicada por TechRadar, basada en un estudio de la consultora Future, reveló que el 67% de los estadounidenses y el 71% de los británicos usan lenguaje cortés con sus asistentes de IA. De ellos, más del 80% lo hace por educación, pero un 17% admite que lo hace por miedo a una futura rebelión de las máquinas.
Aunque no hay evidencia de que ser amable con la IA altere su funcionamiento, el debate está abierto: ¿estamos humanizando demasiado a las máquinas? ¿Podemos permitirnos gastar recursos energéticos solo por cortesía? Por ahora, no hay una respuesta definitiva, pero una cosa es clara: incluso los pequeños gestos digitales pueden tener un gran impacto.
EO// con información de: NTN24