Este hallazgo por la Universidad Hebrea de Jerusalén en Israel, ayuda a explicar por qué algunos dolores desaparecen y otros persisten

Estudio explica diferencias entre el dolor agudo y crónico.- Un estudio publicado en la revista Science Advances, reveló que el cuerpo responde al dolor agudo y al dolor crónico de formas muy distintas a nivel celular, lo cual ayuda a entender cómo se convierte el dolor en una condición persistente y crónica.
Cuando padecemos de un dolor agudo, el cerebro tiene un mecanismo interno que puede frenar las señales de dolor y evitar que se intensifiquen. En cambio, el dolor crónico, el cual se define como uno a largo plazo; trata de un sistema fallido, y del incremento del dolor.
Este hallazgo por la Universidad Hebrea de Jerusalén en Israel, ayuda a explicar por qué algunos dolores desaparecen y otros persisten, y abre la puerta a nuevos tratamientos que podrían evitar que el dolor se vuelva crónico.
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La investigación estudió la vital región del tronco cerebral conocida como el asta dorsal bulbar, en la cual se encuentran neuronas que actúan como una estación transmisión para dar señales de dolor. Las mismas ayudan pasar los mensajes de dolor desde el cuerpo hasta el cerebro.
Descubriendo que el dolor inflamatorio agudo, el cuerpo activa un freno natural que limita la cantidad de señales dolorosas que llegan al cerebro. Cuando el dolor y la inflamación desaparecen, las neuronas vuelven a su estado normal.
En el caso crónico, la corriente no aumenta, y las neuronas pasan a la hiperactividad. La falta de esta regulación puede ser una de las claves que hacen que el dolor temporal se convierta en un problema persistente.
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Los investigadores indicaron: “Es la primera vez que vemos cómo las mismas neuronas se comportan de manera tan diferente en el dolor agudo frente al crónico”. Es importante destacar que el dolor crónico afecta a 50 millones de personas, en la mayoría de los casos no existen tratamientos eficaces.
“El hecho de que este mecanismo natural de ‘calma’ desaparezca en el dolor crónico nos da una nueva diana terapéutica. Si logramos restaurar o imitar ese sistema de frenado, podríamos prevenir que el dolor se vuelva crónico”. Relatan los investigadores.
Este estudio es de gran importancia, ya que muestra como puede alterarse al mostrar el sistema de control del dolor del propio cuerpo en las condiciones crónicas.
EO// información de: ABC Salud