Debe existir un balance en cuanto a la crianza de un niño
Errores fatales: Complacer ciegamente y maltratar a un menor. En Venezuela, la idea de que los padres tienen la autoridad de maltratar a sus hijos como método de crianza se ha naturalizado, bajo la falsa premisa de corregir y guiar a los niños por el “buen camino”, se perpetúa un ciclo de violencia que afecta no solo la relación entre padres e hijos, sino también el desarrollo emocional y psicológico de los menores.
Es importante reconocer que el ser padre complaciente no implica ser permisivo ni dejar de establecer límites y normas claras para los niños, fomenta un ambiente de respeto mutuo y comunicación abierta, solo que el termino se a distorcionado, vale resaltar que el decir que si, a todo a lo que tu hijo te pida, es tan perjudicial como el maltrato, cría cuervos y te sacarán los ojos.
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El maltrato infantil, ya sea físico o psicológico, nunca debe ser justificado como una forma de educar. Según la OMS, aproximadamente tres de cada cuatro niños de entre dos y cuatro años son víctimas regulares de castigos corporales o violencia psicológica por parte de sus padres o cuidadores. Esto evidencia la urgencia de promover prácticas de crianza positivas y respetuosas.
Es fundamental reflexionar sobre nuestras creencias y prácticas como padres, cuestionar la idea de que la violencia es un método efectivo de corrección y buscar alternativas basadas en el amor, el diálogo y el respeto. Educar con amor y empatía no solo fortalece el vínculo familiar, sino que también contribuye al bienestar emocional y social de los niños.
EO//Redacción: René Bravo