Tras 10 años de planificación, estudios y trabajo en equipo, perforaron 2,800 metros en el casquete polar antártico, alcanzando la roca madre. Un hallazgo histórico
Encuentran el pedazo de hielo más antiguo de la Antártida de más de un millón de años

Encuentran el pedazo de hielo más antiguo de la Antártida de más de un millón de años-. Imagínate sostener en tus manos un pedazo de hielo que estuvo ahí cuando la Tierra era un lugar completamente diferente. Un lugar donde los ciclos glaciares dictaban el clima y el destino del planeta. Eso es exactamente lo que lograron los científicos del Proyecto Beyond EPICA.

Lo que encontraron no es solo hielo (aunque técnicamente sí lo es). Si no un archivo natural del clima de la Tierra que podría contener información de hace 1.2 millones de años. En otras palabras, este hielo guarda secretos de un tiempo en el que el planeta era irreconocible, y ahora tenemos la oportunidad de descubrirlos.

Luego vino la parte difícil: perforar durante 200 días distribuidos en cuatro temporadas. Todo esto en un lugar donde la temperatura promedio de verano es -35°C (sí, verano). Pero al final, lograron extraer un núcleo de hielo de casi 3 kilómetros de profundidad. Que contiene información sobre cómo ha cambiado el clima de la Tierra a lo largo de más de un millón de años.

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¿Por qué este hielo es tan importante? Bueno, resulta que entre 900,000 y 1.2 millones de años atrás, algo raro pasó en el clima del planeta. Los ciclos glaciares, que antes ocurrían cada 41,000 años, comenzaron a alargarse a 100,000 años, y hasta ahora nadie sabe exactamente por qué. Según Julien Westhoff, un investigador de la Universidad de Copenhague. En un solo metro de este hielo se almacenan datos sobre 13,000 años de historia climática. Esto significa que, analizando este núcleo, podríamos descubrir cómo y por qué el clima cambió tan drásticamente en ese período.

El núcleo será transportado en el rompehielos Laura Bassi, equipado con contenedores superrefrigerados que mantienen el hielo a -50°C. Según Gianluca Bianchi Fasani, el encargado de logística del proyecto. Coordinar este transporte ha sido como resolver un Sudoku mientras te persiguen pingüinos enojados (ok, no tanto, pero casi).

Una vez que el hielo llegue a Europa, los científicos comenzarán a analizarlo para desentrañar su contenido. Este no es solo un pedazo de hielo. Es una biblioteca natural que guarda respuestas sobre cómo funcionaba el clima en el pasado y qué podemos esperar en el futuro.

EO//Con información de Fayerwayer