Esta innovación podría redefinir estándares de privacidad acústica y experiencias inmersivas, ofreciendo herramientas para reducir la contaminación sonora
Enclaves audibles: una tecnología que permite dirigir el sonido a una persona específica 

Enclaves audibles: una tecnología que permite dirigir el sonido a una persona específica-. Científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania (Penn State) han desarrollado un sistema que utiliza ondas ultrasónicas y acústica no lineal para crear «enclaves audibles», en zonas específicas donde el sonido solo es perceptible para una persona en un punto determinado. La técnica emplea dos haces de ultrasonido (inaudibles por separado) con frecuencias ligeramente diferentes, como 40 kHz y 39,5 kHz, que al interceptarse generan una nueva frecuencia audible (por ejemplo, 500 Hz) mediante el fenómeno de generación de frecuencia de diferencia. Este avance permite dirigir el sonido con precisión, evitando que se disperse en el entorno, lo que marca un hito en el control acústico.

El sistema incorpora metasuperficies acústicas, estructuras especializadas que curvan las ondas ultrasónicas para sortear obstáculos y concentrar el audio exactamente donde se necesita. Esto elimina la dispersión causada por la difracción, permitiendo que el sonido solo se active en el punto de intersección de los haces. Entre sus aplicaciones destacan guías museísticas personalizadas sin auriculares, comunicaciones confidenciales en entornos militares o corporativos, y experiencias de audio individualizadas en automóviles, donde cada pasajero podría escuchar contenido distinto sin interferencias.

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A pesar de su potencial, la tecnología enfrenta obstáculos como la distorsión no lineal, que afecta la calidad del sonido, y el alto consumo energético requerido para generar campos ultrasónicos intensos. Los investigadores trabajan en optimizar su eficiencia para facilitar su adopción en sectores como el automotriz, donde podría integrarse en sistemas de entretenimiento, o en educación, permitiendo lecciones auditivas personalizadas en espacios compartidos sin molestar a otros.

Esta innovación podría redefinir estándares de privacidad acústica y experiencias inmersivas, ofreciendo herramientas para reducir la contaminación sonora en ciudades mediante zonas de silencio localizadas. Al permitir un control preciso del audio, también abriría puertas a aplicaciones en salud, como terapias sonoras dirigidas, o en seguridad, con sistemas de alerta discretos. Su desarrollo representa un paso hacia tecnologías más sostenibles y adaptadas a las necesidades individuales.

EO // Con información de: Dato Curiosity