En el Día de la Alimentación: Los platos de mi tierra

Escrita por Jesús Núñez León
En el Día de la Alimentación: Los platos de mi tierra

En el Día de la Alimentación Los platos de mi tierra – Las delicias culinarias de mi tierra, heredadas por abuelas a sus hijas, son recetas ancestrales que harto encierran tradiciones que en mi patria son prolijas.

El pabellón criollo es algo típico, con carne en hebras, arroz y con tajadas; del plato tradicional es arquetípico, con negras caraotas bien guisadas.

Un sancocho de res y de gallina, de las viandas que a mí más me han gustado; una sopa que hasta a un muerto lo reanima, en Venezuela lo llaman un cruzado.

Como entrada a una paella deliciosa, cuatro «tintos de verano» me tomé; una sopa de cebolla bien sabrosa y una ración de tequeños con café.

La otra vez fui a una casa de visita y me brindaron un plato a la italiana; una pasta al pesto de esas ricas, con albahacas a la venezolana.

Acudí de negocios a una citay me ofrecieron algo suculento: costillitas de cochino muy bien fritas, con arepas, un plato bien resuelto.

En diciembre, degustamos las hayacas, el tradicional platillo navideño; la ensalada de gallina que me mata y el pan de jamón, con pasas, que es mi sueño.

Las cachapas con queso y mantequilla, con su punto de dulce preparadas, es el manjar que es una maravilla y qué decir de las sabrosas empanadas.

La carne en vara, del llano es excelencia, suculentas presitas bien asadas; con ellas en la mesa hacen presencia, las delicias a la brasa presentadas.

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La lengua, exquisita demás es, en mil formas culinarias preparada; se prefiere de cochino o de res, por todos con delicia es degustada.

El asopado de pollo o de cochino, es un plato con arroz, condimentado con cilantro, orégano y comino,
repotencia al que de tragos se ha pasado.

El cuajao de morrocoy o de pescado, en semana santa es bien apetecido; y el mondongo en sancocho o en guisado, un deleite como ese no ha nacido.

El hervido de jurel con leche e’ coco, que en las costas de mi patria es del agrado, le produce escalofríos y sofoco, al debilucho que no lo había probado.

Las paticas de cochino con frijol, maravillas del sabor venezolano;el carato de mango, el alfajol y el incomparable patacón zuliano.

Comí el pavón y el lau lau en Amazonas, la tortuga servida en carapacho; ajicero de pescados de la zona
y la catara, un picante para machos.

En mi llano, disculpe que lo asegure, lo mire por donde quiera que lo mire, no hay comida a lo largo del Apure, más sabrosa que un pisillo de chiguire.

La pisca andina, el mojo, el palo a pique, la fosforera que a cualquiera reconforta; un tarcarí, con cervezas liqui liqui y en negro, hay el asado y también torta.

Son en resumidas cuentas los arcanos y emblemáticos condumios del país, te invito a que vengas, como hermano,

¡Degustándolos, aquí serás feliz!

EO// con información de: Jesús Núñez León. Venezuela