Más allá de que sea, en la actualidad, una herramienta innegable, el uso constante de estos teléfonos en diversas actividades diarias demostró generar efectos nocivos

El uso del teléfono en el baño pueden elevar el riesgo de hemorroides en casi un 50%-. Es común que, a la hora de ir al baño, el teléfono inteligente sea un acompañante seguro. Sin embargo, el uso de estas tecnologías genera algunos efectos no deseados. En ese sentido, un reciente estudio publicado en PLOS ONE advierte sobre sus posibles consecuencias para la salud.
Según la investigación, quienes emplean estos dispositivos mientras están sentados en el inodoro presentan un 46% más de riesgo de hemorroides en comparación con quienes no lo hacen.
El trabajo, realizado en el Centro Médico Beth Israel Deaconess de Estados Unidos, señala que el 66% de los adultos encuestados reconoció utilizar su celular durante sus visitas al baño, lo que evidencia la magnitud de este hábito.
El estudio analizó a 125 adultos sometidos a colonoscopias de detección. Los participantes respondieron encuestas sobre sus hábitos de uso del teléfono inteligente en el baño, así como sobre factores de estilo de vida como dieta, actividad física y esfuerzo al defecar. La presencia de hemorroides se determinó mediante colonoscopia y fue evaluada de forma independiente por dos endoscopistas.
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Más allá de que sea, en la actualidad, una herramienta innegable, el uso constante de estos teléfonos en diversas actividades diarias demostró generar efectos nocivos. En el caso de aquellos que optan por utilizarlos en el baño, el estudio advirtió aquellos que eran más adeptos a su uso tendían a ser más jóvenes (edad media de 55,4 años frente a 62,1 años en los no usuarios) y a realizar menos ejercicio semanal.
Entre los usuarios, el 93% admitió emplear el dispositivo al menos una o dos veces por semana, y más de la mitad lo hacía la mayor parte del tiempo. Además, el 37,3% de los usuarios de teléfonos inteligentes permanecía más de cinco minutos por visita en el inodoro, frente al 7,1% de los no usuarios.
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Entre los usuarios, el 93% admitió emplear el dispositivo al menos una o dos veces por semana, y más de la mitad lo hacía la mayor parte del tiempo. Además, el 37,3% de los usuarios de teléfonos inteligentes permanecía más de cinco minutos por visita en el inodoro, frente al 7,1% de los no usuarios.
A pesar de este tiempo prolongado, solo el 35% de los usuarios reconoció que el uso del teléfono implicaba pasar más tiempo sentado. En cuanto a las actividades realizadas, la lectura de noticias fue la más frecuente (54,3%), seguida por la interacción en redes sociales (44,4%).
Otro aspecto esencial del trabajo advierte que este tiempo adicional sentado podría ser el factor clave en el aumento del riesgo de hemorroides, más allá de otros factores tradicionalmente asociados como el esfuerzo al defecar o el estreñimiento.
Los autores sugieren que la postura en el inodoro, sin el soporte que ofrecen sillas o sofás, incrementa la presión sobre las venas del área anal, lo que favorece la aparición de hemorroides.
EO/// Con información de: Infobae
