La tiroides es una pequeña glándula que está situada en la parte delantera de la garganta y tiene como función la producción de hormonas tomando el yodo del torrente sanguíneo.
El superalimento que controla la tiroides. Esas hormonas se distribuyen por las diferentes partes del cuerpo y controlan muchas de sus funciones más importantes, como por ejemplo la respiración, el ritmo cardíaco, el peso, la digestión y el estado de ánimo.
Por tratarse de un órgano del cuerpo importante, cualquier alteración en su funcionamiento puede derivar demasiadas o muy pocas hormonas, produciendo enfermedades como bocio, es decir, el agrandamiento de la tiroides, nódulos o bultos e incluso cáncer.
Así mismo, se pueden presentar casos de hipertiroidismo, cuando esta glándula produce más hormona tiroidea de lo que el cuerpo necesita, o hipotiroidismo cuando no produce suficiente hormona tiroidea. Además, presenta hinchazón, conocida como tiroiditis.
Aunque el tratamiento depende de los resultados del examen y los síntomas, en la mayoría de casos, incluyen medicinas, terapia con yodo radiactivo o cirugía de tiroides.
Hipertiroidismo
Como mencionamos anteriormente, algunas personas pueden presentar casos de hipertiroidismo (producción de más hormona tiroidea de lo que el cuerpo necesita).
Los especialistas han determinado que los principales síntomas que se presentan en las personas afectadas se encuentran: nerviosismo o irritabilidad, fatiga, debilidad muscular, problemas para tolerar el calor, problemas para dormir, temblor, generalmente en las manos, latidos cardíacos irregulares o rápidos, deposiciones frecuentes o diarrea, pérdida de peso y cambios de humor.
Es importante prestar atención a estos síntomas que puede derivar en situaciones más graves. Por ejemplo, cuando se presenta un latido cardíaco irregular, la persona está expuesta a coágulos de sangre, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca u otros problemas del corazón.
También se puede presentar oftalmopatía de Graves que puede causar visión doble, sensibilidad a la luz y dolor ocular. En algunos casos extremos puede llevar a una pérdida de la visión.
Entre los tratamientos para controlar esta situación se encuentran:
- – Medicamentos antitiroideos. Es probable que necesite tomar los medicamentos durante uno o dos años.
- Medicamentos betabloqueantes. Sirven para controlar síntomas como temblores, latidos cardíacos rápidos y nerviosismo.
- – Terapia con yodo radioactivo. Implica tomar yodo radioactivo por vía oral como una cápsula o líquido. Esto destruye lentamente las células de la glándula tiroides que producen la hormona tiroidea-
- – Cirugía. Se realiza en casos raros. Si a una persona le extirpan toda la tiroides, deberá tomar medicamentos para la tiroides de por vida. Algunas personas a las que se les extirpa parte de la tiroides también deben tomar medicamentos.
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