Gracias a este tratamiento, ocho de los 11 pacientes vieron cómo su cáncer desapareció en apenas un mes

El medicamento que ha salvado la vida de 8 pacientes con el cáncer infantil más común-. Un nuevo medicamento compuesto por células, y fabricado en un hospital público de Madrid, España, ya salvó la vida de 8 jóvenes con padecimientos de cáncer, en concreto, la leucemia linfoblástica aguda de tipo B, el cáncer infantil más común.
Todos los pacientes son menores de 24 años, estos habían experimentado múltiples recaídas y el fallo constante de todas las terapias habituales. Este tratamiento experimental consiste en una muestra de células defensivas, que luego es rediseñada en el laboratorio para multiplicar su capacidad de destruir otras células cancerosas y así volverlas a introducir al cuerpo para erradicar el tumor.
El líder de la investigación, el pediatra Antonio Pérez, presentó los resultados el pasado jueves en el Hospital Universitario La Paz: un 70% de supervivencia tras más de año y medio de seguimiento.
Lucia Álvarez, paciente de 15 años, ha acompañado a médicos, políticos y financiadores en el acto. Su nombre es el más reciente en añadirse a una esperanzadora lista de jóvenes que están siendo parte de esta revolución en el campo de la medicina.
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La primera fue Emily Whitehead, a sus 6 años de edad, con una leucemia que parecía letal. En 2012 se convirtió en el primer paciente infantil tratado con esta terapia experimental, denominada CAR-T. Funcionó perfectamente y sus médicos ya la consideran curada.
“El tratamiento dura poco tiempo, es un tratamiento puente y hay que consolidarlo con un trasplante de médula ósea”, ha explicado Pérez. Los resultados se publicaron en agosto en la revista especializada eBioMedicine, determinando que tras 20 meses de seguimiento, ocho de los 11 pacientes lograron sobrevivir, lo que supone un índice de supervivencia de más del 70%.
Unos 400.000 niños y adolescentes tienen cáncer cada año alrededor del mundo, Antonio Pérez insiste con cada acto en que los hospitales públicos tienen que tomar las riendas de la investigación de nuevos tratamientos, esto ante la falta de interés económico para la industria farmacéutica. Todavía hay dos de cada diez niños a los que nadie es capaz de curar. “Estoy muy contenta de poder estar aquí ayudando para que otros niños puedan recibir el tratamiento”, fueron las palabras de Lucía Álvarez.
EO/// Con información de: El País – Roynel Rojas
